Fuente: Telam.
“He venido a esta reunión a denunciar las provocaciones del presidente de Guyana, el desconocimiento del Acuerdo de Ginebra”, afirmó el presidente venezolano en conferencia de prensa tras su encuentro con Ban Ki-moon.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció ayer ante el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el “despojo” del Esequibo, un amplio territorio en poder de Guyana al que Caracas reclama como propio desde 1811; acusó a su colega guyanés, David Granger, de haber tomado “decisiones graves”, y reivindicó al organismo internacional como el ámbito para la búsqueda de una solución al diferendo.
“He venido a esta reunión a denunciar las provocaciones del presidente de Guyana, el desconocimiento del Acuerdo de Ginebra, a defender los derechos históricos de la Guayana Esequiba y el pueblo de Venezuela”, afirmó Maduro en conferencia de prensa tras su encuentro con Ban.
Agregó que también había llegado para “solicitar que se active de inmediato la comisión para la búsqueda de los buenos oficios y canalizar diplomáticamente estas tensiones que se han creado luego de la llegada del nuevo presidente de Guyana”.
Según Maduro, Granger “ha tomado decisiones graves que desconocen el Acuerdo de Ginebra, desconoce el mecanismo de los buenos oficios, y ha llenado de tensión las relaciones entre Guyana y Venezuela, y de tensión las relaciones del Caribe, que vienen transcurriendo en paz y tranquilidad”.
“A través del Acuerdo de Ginebra, mecanismo del derecho internacional que es obligante para Venezuela y la República Cooperativa de Guyana, es que creemos se deben seguir canalizando todos los asuntos pendientes de la Guayana Esequiba”, remarcó el mandatario.
Desde 1811, Venezuela reclama como propio el territorio del Esequibo o Guayana Esequiba, una superficie de 159.542 kilómetros cuadrados equivalente a 74,2% de los 214.970 kilómetros cuadrados en poder de Guayana y que nunca estuvo bajo soberanía venezolana.
El Acuerdo de Ginebra fue firmado en 1966, tres meses antes de que Guyana se independizara de Gran Bretaña, y compromete a las partes a buscar una solución. La cuestión está desde 1982 bajo la órbita de la Secretaría General de la ONU, pero su gestión de “buenos oficios” está paralizada desde el año pasado por el fallecimiento de su último encargado, Norman Girman.
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