Hace dos años, dos proyectos se pusieron en marcha en pequeñas localidades cordobesas para intentar dar otro destino a la basura: su transformación en biogás. Con demoras y algunas dificultades en el camino, ninguno está finalizado pero ambos siguen en pie. Si logran algún apoyo provincial o nacional adicional, podrían inaugurarse en el corto plazo. No implica generar energía incinerando residuos, como proponía la controvertida Innviron para Capital y Villa María, en una aventura que terminó en escándalo años atrás. Quemar basura es el método más cuestionado desde la perspectiva ambiental. Para producir biogás los residuos orgánicos se reciclan y transforman en un recurso. Así, buena parte de la basura no requiere ser enterrada ocupando espacio, con riesgo de contaminación. Y a la vez, el gas metano generado en vez de ser liberado al aire afectando el ambiente, es usado como fuente de energía. No hay incineración, sino descomposición natural. Por ahora, no parece tan sencillo ...
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