Fuente: Agencias.
Está en su menor nivel con respecto al dólar desde 2003: cotiza a 3,35 por cada U$S. El ministro de Hacienda, Joaquim Levy, admitió que tendrán menos superávit fiscal.
El apoyo popular al gobierno de Dilma Rousseff está en su menor nivel desde que asumió: apenas un 7,7%. |@ AFP
CC
Mimado por los mercados desde que se inició en su gestión, el ministro de Hacienda Joaquim Levy siente ahora el golpe de la “desconfianza” y de la creencia de inversores sobre su presunta “derrota” dentro del equipo de Dilma Rousseff. La causa de la “impopularidad” se debe al repentino “realismo” del funcionario quien anunció hace dos días un objetivo de superávit fiscal del gobierno, bastante menor al que había anunciado cuando asumió.
Las consecuencias se hicieron sentir de inmediato, en aquello donde se refugia el mundo cuando hay incertidumbres: el precio del dólar. El real perdió 1,05 y alcanzó a 3,35 frente a la divisa norteamericana. En julio se devaluó 6% (que trepa a 13% en los últimos tres meses). El dólar cotiza así a su mayor nivel desde 2003.
Alabado durante meses adentro y afuera de Brasil, Levy proyectó el jueves pasado una imagen más insegura, en un programa de la emisora Globo destinado a los ejecutivos empresariales y hombres del medio político. Con calma aparente, respondió a las preguntas bruscas de la entrevistadora: “No tiramos la toalla. Muy por el contrario: vamos a continuar con nuestra política (de superávit fiscal) con mucho vigor”.
Pero aclaró que para eso “es preciso tener una política realista. Al seguir la evolución de nuestros ingresos, que últimamente están muy contenidos, nuestro objetivo es reducir la incertidumbre”.
Una vez más queda comprobado uno de los lados perversos de todo programa de ajuste. La recesión, la caída de la actividad industrial y el deterioro del mercado de trabajo, consecuencia precisamente de esas “iniciativas”, como bien dijo el ministro de Hacienda brasileño, provocan un descenso sustancial de la recaudación.
Las autoridades brasileñas estiman que este año dejarán de recibir 22.000 millones de dólares por tributos. La información procede nada menos que de la secretaría de Ingresos Federales (Receita Federal). Es más, ese mismo organismo calcula que el déficit del sistema previsional (jubilatorio) alcanzará a 1,5% del producto bruto interno, por obra y gracia de un creciente desempleo.
A eso hay que sumar la lógica empresarial, que ante un panorama desalentador opta por reducir o postergar los pagos de los gravámenes. Esto explica que el “esfuerzo” de ajuste económico esté próximo a cero. De hecho, la previsión es que el superávit primario del fisco (que no incluye el pago de los intereses de la deuda) será tan sólo de 0,15 por ciento, y no de 1,1 por ciento como habían presumido Levy y sus huestes en el ministerio.
El ministro tuvo que salir a defender su puesto ante la requisitoria periodística. Negó que hubiera una pulseada dentro del gobierno por readecuar el tamaño del gasto del Estado. “Eso es un error. Usted me conoce (le advirtió a la periodista de Globo) y sabe que trabajo con transparencia. Hace algún tiempo que vengo comunicando la situación y hemos publicado una nota donde mostramos que la caída de los ingresos fue mucho más allá de lo que se podría explicar por el ciclo económico”.
Cuestionamiento a la justicia
Ayer su jefa, la presidenta Dilma Rousseff, salió de nuevo en su defensa al negar que exista ninguna contradicción entre Levy y otros funcionarios de su gabinete.
En el discurso del funcionario hubo otro dato llamativo. Dejó, en forma implícita, un cuestionamiento a la llamada Operación Lava Jato, que investiga los escándalos de corrupción en la petrolera estatal Petrobras (ver aparte), por el efecto negativo que tiene en términos de inversión en obras físicas.
“En el corto plazo, esa operación genera mucha incertidumbre. Pero debemos salir de eso y continuar creciendo, con más competencia en el sector y más transparencia”.
De hecho, la situación política e institucional contribuye a aumentar los grados de desconfianza de los sectores productivos. Para tornar más complejo el lábil panorama, el juez federal Sergio Moro y su corte de fiscales del estado de Paraná, dejaron trascender las informaciones procedentes de las autoridades suizas, quiénes habrían identificado 17 millones de dólares en cuentas secretas en el exterior cuyos titulares son ex directores de Petrobras.
De acuerdo con el magistrado, en esa documentación quedaría probado que dinero depositado en esas cuentas provino del holding Odebrecht, que movió los fondos a través de paraísos fiscales.
Esto indujo a Moro a renovar la prisión del Ceo del grupo, Marcelo Odebrecht. Y lo envió a un penal de ese estado provincial. En ese caso también está investigado por tráfico de influencia el ex presidente y patrocinador de Dilma, Inacio Lula da Silva.
Petrobras: responsables presos e imputados
1-Brasilia. El presidente del gigante de la construcción Odebrecht fue imputado el viernes por la fiscalía brasileña de organización criminal, corrupción y lavado de dinero en el marco del multimillonario fraude a la estatal Petrobras. Además de Marcelo Odebrecht, la fiscalía acusó al presidente de la constructora Andrade Gutierrez, Otavio Azevedo, también con los mismos cargos. Ambos están detenidos desde junio en el estado de Paraná (sur), donde se tramitan las causas de la esfera privada ligadas a la confabulación.
Las autoridades presentaron denuncias contra 22 personas en total. “Vivimos un momento histórico, un momento en que la impunidad de poderosos grupos económicos y políticos que se enriquecen ilícitamente a costa de la sociedad brasileña es quebrada”, dijo el fiscal Deltan Dallagnol, líder del grupo de tareas que trabaja en Paraná.
El juez Sergio Moro, que maneja el caso en Curitiba, capital de Paraná, debe responder si acepta o rechaza la presentación basada en los hallazgos de la denominada “Operación Lava Jato” (lavadero de autos), que destapó la trama de corrupción que costó más de 2.000 millones de dólares a Petrobras, hasta hace poco sinónimo del futuro de grandeza que aguardaba al país.
“Mediática y escandalosa”
Más temprano, Moro había solicitado una nueva prisión preventiva para Marcelo Odebrecht.
“Con el patrimonio y los recursos de que dispone, Odebrecht está en condiciones de interferir de varias maneras en la recolección de pruebas, sea presionando testigos, sea buscando interferencia política”, escribió, antes de advertir que existen “riesgos” para el proceso si se lo libera.
Los abogados de Odebrecht consideraron que la fiscalía presentó el caso de forma “mediática y escandalosa” y calificaron su encarcelamiento de “arbitrario e ilegal”.
De acuerdo con la investigación del llamado “Petrolao” las principales constructoras de Brasil formaron un cártel para manipular licitaciones de Petrobras mediante el pago de sobornos a directivos de la estatal vinculados a partidos políticos, que luego eran distribuidos entre los confabuladores. La tasa media fue estimada entre 1 y 3%, según los textos del juez. AFP
Está en su menor nivel con respecto al dólar desde 2003: cotiza a 3,35 por cada U$S. El ministro de Hacienda, Joaquim Levy, admitió que tendrán menos superávit fiscal.
El apoyo popular al gobierno de Dilma Rousseff está en su menor nivel desde que asumió: apenas un 7,7%. |@ AFP
CC
Mimado por los mercados desde que se inició en su gestión, el ministro de Hacienda Joaquim Levy siente ahora el golpe de la “desconfianza” y de la creencia de inversores sobre su presunta “derrota” dentro del equipo de Dilma Rousseff. La causa de la “impopularidad” se debe al repentino “realismo” del funcionario quien anunció hace dos días un objetivo de superávit fiscal del gobierno, bastante menor al que había anunciado cuando asumió.
Las consecuencias se hicieron sentir de inmediato, en aquello donde se refugia el mundo cuando hay incertidumbres: el precio del dólar. El real perdió 1,05 y alcanzó a 3,35 frente a la divisa norteamericana. En julio se devaluó 6% (que trepa a 13% en los últimos tres meses). El dólar cotiza así a su mayor nivel desde 2003.
Alabado durante meses adentro y afuera de Brasil, Levy proyectó el jueves pasado una imagen más insegura, en un programa de la emisora Globo destinado a los ejecutivos empresariales y hombres del medio político. Con calma aparente, respondió a las preguntas bruscas de la entrevistadora: “No tiramos la toalla. Muy por el contrario: vamos a continuar con nuestra política (de superávit fiscal) con mucho vigor”.
Pero aclaró que para eso “es preciso tener una política realista. Al seguir la evolución de nuestros ingresos, que últimamente están muy contenidos, nuestro objetivo es reducir la incertidumbre”.
Una vez más queda comprobado uno de los lados perversos de todo programa de ajuste. La recesión, la caída de la actividad industrial y el deterioro del mercado de trabajo, consecuencia precisamente de esas “iniciativas”, como bien dijo el ministro de Hacienda brasileño, provocan un descenso sustancial de la recaudación.
Las autoridades brasileñas estiman que este año dejarán de recibir 22.000 millones de dólares por tributos. La información procede nada menos que de la secretaría de Ingresos Federales (Receita Federal). Es más, ese mismo organismo calcula que el déficit del sistema previsional (jubilatorio) alcanzará a 1,5% del producto bruto interno, por obra y gracia de un creciente desempleo.
A eso hay que sumar la lógica empresarial, que ante un panorama desalentador opta por reducir o postergar los pagos de los gravámenes. Esto explica que el “esfuerzo” de ajuste económico esté próximo a cero. De hecho, la previsión es que el superávit primario del fisco (que no incluye el pago de los intereses de la deuda) será tan sólo de 0,15 por ciento, y no de 1,1 por ciento como habían presumido Levy y sus huestes en el ministerio.
El ministro tuvo que salir a defender su puesto ante la requisitoria periodística. Negó que hubiera una pulseada dentro del gobierno por readecuar el tamaño del gasto del Estado. “Eso es un error. Usted me conoce (le advirtió a la periodista de Globo) y sabe que trabajo con transparencia. Hace algún tiempo que vengo comunicando la situación y hemos publicado una nota donde mostramos que la caída de los ingresos fue mucho más allá de lo que se podría explicar por el ciclo económico”.
Cuestionamiento a la justicia
Ayer su jefa, la presidenta Dilma Rousseff, salió de nuevo en su defensa al negar que exista ninguna contradicción entre Levy y otros funcionarios de su gabinete.
En el discurso del funcionario hubo otro dato llamativo. Dejó, en forma implícita, un cuestionamiento a la llamada Operación Lava Jato, que investiga los escándalos de corrupción en la petrolera estatal Petrobras (ver aparte), por el efecto negativo que tiene en términos de inversión en obras físicas.
“En el corto plazo, esa operación genera mucha incertidumbre. Pero debemos salir de eso y continuar creciendo, con más competencia en el sector y más transparencia”.
De hecho, la situación política e institucional contribuye a aumentar los grados de desconfianza de los sectores productivos. Para tornar más complejo el lábil panorama, el juez federal Sergio Moro y su corte de fiscales del estado de Paraná, dejaron trascender las informaciones procedentes de las autoridades suizas, quiénes habrían identificado 17 millones de dólares en cuentas secretas en el exterior cuyos titulares son ex directores de Petrobras.
De acuerdo con el magistrado, en esa documentación quedaría probado que dinero depositado en esas cuentas provino del holding Odebrecht, que movió los fondos a través de paraísos fiscales.
Esto indujo a Moro a renovar la prisión del Ceo del grupo, Marcelo Odebrecht. Y lo envió a un penal de ese estado provincial. En ese caso también está investigado por tráfico de influencia el ex presidente y patrocinador de Dilma, Inacio Lula da Silva.
Petrobras: responsables presos e imputados
1-Brasilia. El presidente del gigante de la construcción Odebrecht fue imputado el viernes por la fiscalía brasileña de organización criminal, corrupción y lavado de dinero en el marco del multimillonario fraude a la estatal Petrobras. Además de Marcelo Odebrecht, la fiscalía acusó al presidente de la constructora Andrade Gutierrez, Otavio Azevedo, también con los mismos cargos. Ambos están detenidos desde junio en el estado de Paraná (sur), donde se tramitan las causas de la esfera privada ligadas a la confabulación.
Las autoridades presentaron denuncias contra 22 personas en total. “Vivimos un momento histórico, un momento en que la impunidad de poderosos grupos económicos y políticos que se enriquecen ilícitamente a costa de la sociedad brasileña es quebrada”, dijo el fiscal Deltan Dallagnol, líder del grupo de tareas que trabaja en Paraná.
El juez Sergio Moro, que maneja el caso en Curitiba, capital de Paraná, debe responder si acepta o rechaza la presentación basada en los hallazgos de la denominada “Operación Lava Jato” (lavadero de autos), que destapó la trama de corrupción que costó más de 2.000 millones de dólares a Petrobras, hasta hace poco sinónimo del futuro de grandeza que aguardaba al país.
“Mediática y escandalosa”
Más temprano, Moro había solicitado una nueva prisión preventiva para Marcelo Odebrecht.
“Con el patrimonio y los recursos de que dispone, Odebrecht está en condiciones de interferir de varias maneras en la recolección de pruebas, sea presionando testigos, sea buscando interferencia política”, escribió, antes de advertir que existen “riesgos” para el proceso si se lo libera.
Los abogados de Odebrecht consideraron que la fiscalía presentó el caso de forma “mediática y escandalosa” y calificaron su encarcelamiento de “arbitrario e ilegal”.
De acuerdo con la investigación del llamado “Petrolao” las principales constructoras de Brasil formaron un cártel para manipular licitaciones de Petrobras mediante el pago de sobornos a directivos de la estatal vinculados a partidos políticos, que luego eran distribuidos entre los confabuladores. La tasa media fue estimada entre 1 y 3%, según los textos del juez. AFP
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