Por Lefteris Papadimas y John O'Donnell
ATENAS/FRÁNCFORT (Reuters) - Los bancos y la bolsa de Grecia permanecerán cerrados el lunes después de que los acreedores se rehusaron a extender el rescate del país, mientras los ahorradores hacían fila para retirar dinero, llevando el enfrentamiento de Atenas con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional a un nuevo nivel.
El primer ministro Alexis Tsipras anunció un feriado bancario el lunes y controles de capitales en Grecia, y culpó a sus socios europeos y al Banco Central Europeo por forzar al país a tomar estas medidas. La bolsa de Atenas también permanecerá sin operaciones.
Los prestamistas griegos, que se han mantenido a flote a través del financiamiento de emergencia del banco central, están en la línea de fuego en caso de que Atenas caiga el martes en moratoria por una deuda de 1.600 millones de euros con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Banco Central Europeo (BCE) dijo que no elevaría el nivel del financiamiento de emergencia, sumando presión sobre los bancos griegos que han estado sobreviviendo en las últimas semanas gracias a los frecuentes incrementos de los fondos del mecanismo ELA.
En medio de la agitación política en Grecia, donde una clara mayoría desea permanecer en la zona euro, los próximos días supondrán un enorme desafío a la integridad del bloque monetario de 16 años. Las consecuencias para los mercados y los sistemas financieros no estaban claras.
"Es un momento oscuro para Europa (...) sin tomar en cuenta el lugar en el que estemos tenemos clara conciencia al respecto", dijo el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, en una entrevista con la Radio BBC.
El Gobierno de Grecia, liderado por el partido Syriza, había estado negociando la liberación de los fondos a tiempo para pagar al FMI. Pero sorpresivamente, en las primeras horas del sábado, Tsipras pidió un tiempo adicional para permitir a los griegos votar en un referendo el 5 de julio sobre los términos del acuerdo con la zona euro.
Los acreedores rechazaron de plano la solicitud, dejando pocas alternativas a Grecia más allá del impago, un evento que agudizará la presión sobre el sistema bancario del país.
Tsipras dijo que los controles de capital no detendrían sus planes de realizar un referendo el próximo domingo sobre las exigencias del FMI y la zona euro.
El rechazo "del pedido del gobierno griego para una breve extensión del programa fue un acto sin precedentes para los estándares europeos, cuestionando el derecho de un pueblo soberano a decidir", dijo Tsipras en un mensaje televisado.
"Esta decisión llevó al BCE hoy a limitar la liquidez disponible para los bancos griegos y forzó al banco central griego a recomendar un feriado bancario y restricciones sobre retiros de los bancos", indicó.
El primer ministro no dio detalles sobre cuánto tiempo permanecerían cerrados los bancos o de las restricciones al movimiento de capitales.
EXIGENCIAS SE MANTIENEN
Los acreedores desean que Grecia recorte las pensiones y eleve impuestos en niveles que según Tsipras agudizarían una de las peores crisis económicas que ha vivido el país en tiempos modernos. Un cuarto de la fuerza laboral está desempleada.
Partidos de oposición griegos se han unido en una condena contra la decisión de Tsipras de convocar al referendo sobre los términos del rescate, pero muchos ciudadanos están de acuerdo con la medida.
"Quiero que él (Tsipras) dé un puñetazo a la mesa y que diga 'basta'", dijo una residente de Atenas, Evgenoula.
Muchos economistas han expresado su empatía con el argumento del Gobierno griego respecto a que nuevos recortes de gastos podrían aplacar el crecimiento económico de Grecia que le ofrece el prospecto de pagar sus deudas, que ascienden a casi el doble del ingreso nacional anual.
El FMI ha presionado a los gobiernos a reducir la carga de deuda de Atenas, algo que según dicen sólo harán cuando Grecia demuestre primero que está reduciendo sus gastos fiscales.
FUGA DE CAPITALES
Largas filas se formaron el domingo frente a numerosos cajeros automáticos, incluyendo a entre 40 y 50 personas que aguardaban por retirar su dinero en algunos expendedores del centro de Atenas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania emitió una advertencia de viajes a los turistas que acudirán a Grecia, señalando que deberían llevar consigo efectivo suficiente en caso de tener dificultades con los prestamistas locales.
El Banco de Grecia dijo que estaba haciendo "enormes esfuerzos" por garantizar que los cajeros automáticos se mantuvieran con efectivo.
El BCE dijo en un comunicado el domingo que mantendrá en sus actuales niveles la liquidez de emergencia para los bancos griegos, pero que estaba siguiendo de cerca la situación y que podría "reconsiderar su decisión".
En algunos países europeos hay una creciente oposición a extender la línea de financiamiento provista por el BCE.
En Alemania, y en países del sur del bloque que sufrieron medidas de austeridad a cambio de fondos de la UE, y en naciones de Europa del Este con estándares de vida mucho menores a los de Grecia, muchos votantes y políticos ya han perdido la paciencia.
Si se determina que Grecia debe abandonar la zona euro, la línea de financiamiento del BCE - que es una forma de sobregiro del banco central de la zona euro - tendrá que ser pagada por otros miembros del bloque.
(Reporte adicional de Deepa Babington en Atenas. Escrito por Anna Willard, editado por Gabriel Burin/Marion Giraldo)
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