Fuente: El Observador.
E l grupo Estado Islámico (EI) afirmó ayer domingo haber tomado el control total de la ciudad iraquí de Ramadi, situada unos 100 kilómetros al oeste de Bagdad, en un comunicado difundido en foros yihadistas en internet. “Dios ha permitido que los soldados del califato limpien todo Ramadi”, señaló el grupo, y precisó que ahora “la controlan, con los batallones de tanques y lanzamisiles que se encontraban ahí, al igual que el centro de mando de operaciones” de la provincia de Al Anbar. “El centro de operaciones en la provincia de Al Anbar fue abandonado” por las fuerzas de seguridad, aseguró Muhanad Haimur, portavoz y consejero del gobernador de la provincia. A su vez, explicó que durante la ofensiva podrían haber muerto medio millar de personas, entre civiles y fuerzas de seguridad, si bien precisó que aún no había un balance definitivo
Se retiran fuerzas iraquíes
Por otra parte, combatientes del EI expulsaron ayer a las fuerzas de seguridad desde una base militar clave en el oeste de Irak y el primer ministro Haider al-Abadi autorizó el despliegue de paramilitares chiitas para intentar recuperar el control de la provincia de población mayoritariamente suní. Miembros de las fuerzas de seguridad dijeron que se retiraron desde el Comando de Operaciones de Anbar después de que fue atacado por los insurgentes, que los cercaron en una zona al oeste de la ciudad de Ramadi. Un oficial, quien pidió no ser identificado, dijo que los milicianos estaban instando mediante altoparlantes a las fuerzas de seguridad a dejar sus armas, prometiéndoles a cambio que estarían seguros. Los recientes avances del EI en la provincia de Anbar representan la mayor victoria de los insurgentes en Irak desde que las fuerzas de seguridad y grupos paramilitares empezaron a obligarles a retroceder el año pasado.Un portavoz de Abadi dijo que el primer ministro ordenó a los paramilitares que se preparen para “apoyar a las fuerzas armadas y restauren el control sobre todas las zonas de Anbar”, después de que el consejo provincial votó a favor de su despliegue. Los paramilitares chiitas han jugado un importante papel en revertir los avances del EI en otras regiones de Irak, pero han sido mantenidos al margen en Anbar, debido a preocupaciones de que puedan avivar la violencia sectaria. Anteriormente, los insurgentes ocuparon los restantes distritos bajo control de las fuerzas del gobierno en Ramadi, luego de que habían tomado la mayor parte de la ciudad durante los últimos dos días. Un contingente de fuerzas especiales iraquíes había estado resistiendo en el vecindario de Malaab, pero se retiró a una zona en el este de la ciudad luego de sufrir numerosas bajas, dijeron fuentes de seguridad.
Totalmente colapsado
El miembro del consejo provincial de Anbar, Athal Fahdawi, describió la situación en Ramadi como un “colapso total”. Los combatientes del EI, que ya controlan la mayor parte de la capital de Al Anbar, emplearon a atacantes suicidas con coches bombas el jueves y el viernes para hacerse con la ciudad. Ramadi es la capital de Anbar, la provincia más grande de Irak, y una de las pocas que han permanecido bajo el control del gobierno en el enorme terreno desértico que limita con Arabia Saudita, Siria y Jordania. El EI controla grandes partes de Irak y Siria en un autoproclamado califato, ha masacrado a miembros de minorías religiosas y ha ejecutado a rehenes occidentales y árabes.
E l grupo Estado Islámico (EI) afirmó ayer domingo haber tomado el control total de la ciudad iraquí de Ramadi, situada unos 100 kilómetros al oeste de Bagdad, en un comunicado difundido en foros yihadistas en internet. “Dios ha permitido que los soldados del califato limpien todo Ramadi”, señaló el grupo, y precisó que ahora “la controlan, con los batallones de tanques y lanzamisiles que se encontraban ahí, al igual que el centro de mando de operaciones” de la provincia de Al Anbar. “El centro de operaciones en la provincia de Al Anbar fue abandonado” por las fuerzas de seguridad, aseguró Muhanad Haimur, portavoz y consejero del gobernador de la provincia. A su vez, explicó que durante la ofensiva podrían haber muerto medio millar de personas, entre civiles y fuerzas de seguridad, si bien precisó que aún no había un balance definitivo
Se retiran fuerzas iraquíes
Por otra parte, combatientes del EI expulsaron ayer a las fuerzas de seguridad desde una base militar clave en el oeste de Irak y el primer ministro Haider al-Abadi autorizó el despliegue de paramilitares chiitas para intentar recuperar el control de la provincia de población mayoritariamente suní. Miembros de las fuerzas de seguridad dijeron que se retiraron desde el Comando de Operaciones de Anbar después de que fue atacado por los insurgentes, que los cercaron en una zona al oeste de la ciudad de Ramadi. Un oficial, quien pidió no ser identificado, dijo que los milicianos estaban instando mediante altoparlantes a las fuerzas de seguridad a dejar sus armas, prometiéndoles a cambio que estarían seguros. Los recientes avances del EI en la provincia de Anbar representan la mayor victoria de los insurgentes en Irak desde que las fuerzas de seguridad y grupos paramilitares empezaron a obligarles a retroceder el año pasado.Un portavoz de Abadi dijo que el primer ministro ordenó a los paramilitares que se preparen para “apoyar a las fuerzas armadas y restauren el control sobre todas las zonas de Anbar”, después de que el consejo provincial votó a favor de su despliegue. Los paramilitares chiitas han jugado un importante papel en revertir los avances del EI en otras regiones de Irak, pero han sido mantenidos al margen en Anbar, debido a preocupaciones de que puedan avivar la violencia sectaria. Anteriormente, los insurgentes ocuparon los restantes distritos bajo control de las fuerzas del gobierno en Ramadi, luego de que habían tomado la mayor parte de la ciudad durante los últimos dos días. Un contingente de fuerzas especiales iraquíes había estado resistiendo en el vecindario de Malaab, pero se retiró a una zona en el este de la ciudad luego de sufrir numerosas bajas, dijeron fuentes de seguridad.
Totalmente colapsado
El miembro del consejo provincial de Anbar, Athal Fahdawi, describió la situación en Ramadi como un “colapso total”. Los combatientes del EI, que ya controlan la mayor parte de la capital de Al Anbar, emplearon a atacantes suicidas con coches bombas el jueves y el viernes para hacerse con la ciudad. Ramadi es la capital de Anbar, la provincia más grande de Irak, y una de las pocas que han permanecido bajo el control del gobierno en el enorme terreno desértico que limita con Arabia Saudita, Siria y Jordania. El EI controla grandes partes de Irak y Siria en un autoproclamado califato, ha masacrado a miembros de minorías religiosas y ha ejecutado a rehenes occidentales y árabes.
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