Fuente: National Geographic.
Un cuarto de siglo después de su puesta en órbita, nadie puede dudar de que el Hubble es el telescopio espacial más popular del mundo. Sus imágenes de galaxias, nebulosas y estrellas moribundas no solo fascinan a los astrónomos, para los que el telescopio espacial se ha convertido en una leyenda viva. Maravillan por igual a los millones de personas que se asoman a esa ventana abierta al espacio.
Sin embargo, el mayor hito del Hubble sigue siendo su aportación a la ciencia. El telescopio se ha convertido en el instrumento científico más popular del mundo. Los datos que ofrece son un festín para los astrónomos, y sus maravillosas imágenes de cúmulos estelares, nebulosas y galaxias han hecho que su nombre (homenaje a Edwin Hubble, descubridor de la expansión del universo) sea casi tan conocido como el de Google. No en vano, en los 25 años que han pasado desde su lanzamiento se ha convertido en uno de los instrumentos científicos más productivos de la NASA: tiene en su haber más de 1,2 millones de imágenes sobre las que se han publicado más de 12.000 artículos.
Pero la historia del Hubble no fue un camino de rosas. Su lanzamiento se retrasó debido al accidente del transbordador espacial Challengeren 1986, un episodio que obligó a aplazar todas las misiones de la NASA. Después cayó en una especie de coma electrónico y finalmente se descubrió que era miope: su espejo primario de 2,40 metros de diámetro tenía un defecto de fábrica: un ligero error de pulido emborronaba sus imágenes. Pero lejos de dar la misión por perdida, cada dificultad supuso un nuevo reto para los científicos, quienes idearon hasta cinco misiones de reparación y mantenimiento para que el telescopio espacial siguiera siendo nuestro ojo en el universo. La mirada de los astrónomos está puesta ahora en el James Webb, un flamante telescopio espacial dotado de un espejo de 6,50 metros de diámetros cuyo lanzamiento está previsto para el año 2018. Pero ahí sigue el Hubble, 25 años después, enviando imágenes de galaxias remotas, explosiones cósmicas y nebulosas situadas a miles de años luz de la Tierra.
Más información: en el reportaje «Grandes éxitos del Hubble», publicado en el número de julio de 2015, Zoltan Levay, director del equipo de imagen del telescopio, nos muestra sus diez favoritas.
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