Fuente: El País (Uruguay)
Durante los 12 años y medio de la era Kirchner en Argentina, el tema de las pasteras fue un escollo insuperable para normalizar las relaciones con Uruguay. Más allá del mensaje transmitido en el discurso de asunción del presidente Mauricio Macri, su Gobierno parece dispuesto a marcar el final de esas tensiones. Así lo dejó en claro el flamante ministro de Medio Ambiente, el rabino Sergio Bergman, en declaraciones formuladas a El País durante el acto de asunción.
Bergman aclaró de antemano que las relaciones con Uruguay "van a ser normales, porque vamos a salir de la confrontación y por eso vamos a superar los problemas que hubo. Porque hay mucho para trabajar en lo bilateral con un país hermano como Uruguay que es parte de todos nosotros".
Acerca del tema que recaerá sobre su cartera, el funcionamiento de la pastera UPM y el monitoreo conjunto del río Uruguay, Bergman señaló lo que a su juicio fue el problema de fondo. "Creo que no tuvimos un problema sino una mala utilización política del problema que tenemos, que no es lo mismo", aseguró.
"Acá lo que hay que hacer es monitorear todo lo que desarrollamos de manera productiva y dónde más o menos puede haber impacto sobre el medioambiente porque tenemos una responsabilidad. Me parece que el tema de las pasteras y del río Uruguay es que debe ser controlado y auditado entre los dos países", sostuvo Bergman.
El ministro fue más allá incluso, al ser consultado acerca de uno de los temas más espinosos de estos últimos años: la difusión de los informes técnicos. "Por supuesto, ya hay un organismo binacional, hay estándares, hay protocolos, lamentablemente la información no se da de la manera que se tiene que hacer, es decir de forma pública, pero están hechos. Y lo que creo es que se tiene que hacerse énfasis en lo que se controla y en comunicarlo en vez de confrontar, porque la confrontación no es útil para nadie", sentenció.
Bergman destacó que el monitoreo del río Uruguay no es un problema de argentinos contra uruguayos, sino de "Argentina y Uruguay juntos para que generemos actividades productivas sustentables".
Bilateral.
La comitiva uruguaya encabezada por el presidente Tabaré Vázquez fue la primera en llegar al Palacio San Martín. A diferencia de los demás presidentes y autoridades extranjeras que llegaron a la ceremonia, lo hizo en vehículos propios. Según pudo saber El País el motivo de ello fue la agenda de Vázquez, quien debía regresar a Montevideo sobre las 15.30 para atender cuestiones ya programadas.
Permanecieron, en cambio, el canciller Rodolfo Nin Novoa, acompañado por el embajador Héctor Lescano y un grupo de funcionarios diplomáticos. De hecho, Nin Novoa y su esposa concurrieron a la gala que se realizó anoche en el Teatro Colón a la que fueron invitados todos los mandatarios.
Uno de los aspectos más esperados de esta visita oficial era develar la incógnita acerca de un contacto bilateral que comenzara a plantear una agenda entre los dos países.
Si bien ayer no tuvo lugar, fuentes del macrismo consultadas por El País revelaron que esta semana hubo una reunión entre el embajador Lescano y el embajador argentino designado para Uruguay, Guillermo Montenegro. A dicha reunión los diplomáticos asistieron con sus respectivos gabinetes de trabajo y, según confiaron las fuentes, hubo muchas coincidencias, así como una tónica amable por parte de ambos representantes diplomáticos.
Las mismas fuentes indicaron que se programó una cena entre los embajadores y un grupo de funcionarios uruguayos para ir delineando un futuro contacto de alto nivel. El embajador Lescano, al ser consultado por El País, se limitó a comentar que lo había sentido como una "apertura" y que se había llevado una "buena impresión" de los mismos.
Asimismo, se programó ya una reunión para el próximo lunes del embajador Lescano con la Comisión Argentina de Relaciones Internacionales, a la que también fue invitado el excanciller uruguayo Sergio Abreu, integrante del Partido Nacional.
Además del monitoreo del río Uruguay, la agenda bilateral contiene varios puntos, entre ellos el de trabas comerciales. Se especula con que la cumbre del Mercosur del próximo 21 de diciembre puede ser la ocasión para el encuentro.
Durante los 12 años y medio de la era Kirchner en Argentina, el tema de las pasteras fue un escollo insuperable para normalizar las relaciones con Uruguay. Más allá del mensaje transmitido en el discurso de asunción del presidente Mauricio Macri, su Gobierno parece dispuesto a marcar el final de esas tensiones. Así lo dejó en claro el flamante ministro de Medio Ambiente, el rabino Sergio Bergman, en declaraciones formuladas a El País durante el acto de asunción.
Bergman aclaró de antemano que las relaciones con Uruguay "van a ser normales, porque vamos a salir de la confrontación y por eso vamos a superar los problemas que hubo. Porque hay mucho para trabajar en lo bilateral con un país hermano como Uruguay que es parte de todos nosotros".
Acerca del tema que recaerá sobre su cartera, el funcionamiento de la pastera UPM y el monitoreo conjunto del río Uruguay, Bergman señaló lo que a su juicio fue el problema de fondo. "Creo que no tuvimos un problema sino una mala utilización política del problema que tenemos, que no es lo mismo", aseguró.
"Acá lo que hay que hacer es monitorear todo lo que desarrollamos de manera productiva y dónde más o menos puede haber impacto sobre el medioambiente porque tenemos una responsabilidad. Me parece que el tema de las pasteras y del río Uruguay es que debe ser controlado y auditado entre los dos países", sostuvo Bergman.
El ministro fue más allá incluso, al ser consultado acerca de uno de los temas más espinosos de estos últimos años: la difusión de los informes técnicos. "Por supuesto, ya hay un organismo binacional, hay estándares, hay protocolos, lamentablemente la información no se da de la manera que se tiene que hacer, es decir de forma pública, pero están hechos. Y lo que creo es que se tiene que hacerse énfasis en lo que se controla y en comunicarlo en vez de confrontar, porque la confrontación no es útil para nadie", sentenció.
Bergman destacó que el monitoreo del río Uruguay no es un problema de argentinos contra uruguayos, sino de "Argentina y Uruguay juntos para que generemos actividades productivas sustentables".
Bilateral.
La comitiva uruguaya encabezada por el presidente Tabaré Vázquez fue la primera en llegar al Palacio San Martín. A diferencia de los demás presidentes y autoridades extranjeras que llegaron a la ceremonia, lo hizo en vehículos propios. Según pudo saber El País el motivo de ello fue la agenda de Vázquez, quien debía regresar a Montevideo sobre las 15.30 para atender cuestiones ya programadas.
Permanecieron, en cambio, el canciller Rodolfo Nin Novoa, acompañado por el embajador Héctor Lescano y un grupo de funcionarios diplomáticos. De hecho, Nin Novoa y su esposa concurrieron a la gala que se realizó anoche en el Teatro Colón a la que fueron invitados todos los mandatarios.
Uno de los aspectos más esperados de esta visita oficial era develar la incógnita acerca de un contacto bilateral que comenzara a plantear una agenda entre los dos países.
Si bien ayer no tuvo lugar, fuentes del macrismo consultadas por El País revelaron que esta semana hubo una reunión entre el embajador Lescano y el embajador argentino designado para Uruguay, Guillermo Montenegro. A dicha reunión los diplomáticos asistieron con sus respectivos gabinetes de trabajo y, según confiaron las fuentes, hubo muchas coincidencias, así como una tónica amable por parte de ambos representantes diplomáticos.
Las mismas fuentes indicaron que se programó una cena entre los embajadores y un grupo de funcionarios uruguayos para ir delineando un futuro contacto de alto nivel. El embajador Lescano, al ser consultado por El País, se limitó a comentar que lo había sentido como una "apertura" y que se había llevado una "buena impresión" de los mismos.
Asimismo, se programó ya una reunión para el próximo lunes del embajador Lescano con la Comisión Argentina de Relaciones Internacionales, a la que también fue invitado el excanciller uruguayo Sergio Abreu, integrante del Partido Nacional.
Además del monitoreo del río Uruguay, la agenda bilateral contiene varios puntos, entre ellos el de trabas comerciales. Se especula con que la cumbre del Mercosur del próximo 21 de diciembre puede ser la ocasión para el encuentro.
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