Fuente: la izquierda diario.
Arabia Saudita, la monarquía petrolera aliada de las “democracias occidentales” en Oriente Medio, condenó a fusilamiento público a un poeta palestino refugiado en ese país, por el “crimen” de apostasía y ateísmo.
Shraf Fayadh tiene 35 años, es un poeta palestino refugiado en Arabia Saudita y ha sido condenado a muerte por fusilamiento. Su “crimen”: “abandono del Islam” y apostasía. El artista ha negado la acusación, diciendo que se basa en una errónea interpretación de sus poemas.
El artista ya ha tenido varios enfrentamientos con el régimen saudita. Un video filmado por él mostraba a la policía religiosa saudí golpeando a un hombre en público, en una fuerte denuncia a la represión del régimen. Los amigos del poeta sostienen que éste es el verdadero motivo de la condena contra Fayadh.
El artista palestino-saudita fue uno de los curadores en la muestra de arte árabe de la bienal de Venecia en 2013, según informa la BBC, y organizador de varias muestras de arte internacionales.
En mayo del 2014 había sido condenado a 800 latigazos y cuatro años de cárcel, por “difundir el ateísmo y propagar ideas destructivas”. La acusación se basó en un libro con sus poemas, llamado Instructions Within (Instrucciones Interiores).
Si bien el poeta nació en Arabia Saudita, proviene de familia de refugiados palestinos, por lo que se lo considera como un refugiado en ese país. En su poemario, sobre su experiencia y reflexiones interiores, se encuentran versos como éste, que le valieron el castigo de los jueces saudíes:
“mi abuelo se encuentra desnudo cada día/ sin expulsión, sin creación divina…/ Ya he sido resucitado sin necesidad de un soplo divino en mi imagen./ Tengo la experiencia del infierno en la tierra…// la tierra/ es el infierno reservado a los refugiados.”
En esta ocasión, según informa la BBC, el ministerio de Justicia saudita anunció que demandará a los usuarios de Twitter que comparen la sentencia a fusilamiento con ejecuciones similares practicadas por Estado Islámico. El ministerio aseguró que cuestionar la resolución judicial es "esencialmente cuestionar la justicia de la ley islámica".
La condena ha tenido repercusión en los medios de comunicación europeos, y ha motivado una campaña de solidaridad internacional. Lacampaña de Change.org, ha recolectado ya casi 200.000 firmas.
Por si faltaran ingredientes trágicos en esta historia, pocos días después de conocer la condena a Fayadh a fines de noviembre, su padre murió. “Mi padre, Abdelsater Fayad, no pudo con el disgusto”, dijo su hermano, que vive en Gijón, España.
Arabia Saudita, “nuestra” dictadura “amiga” que decapita y fusila como el Estado Islámico
Francia, que pretende liderar una coalición internacional contra el Estado Islámico y bombardea Siria en nombre de los “valores europeos” y la defensa de la “libertad”, es el tercer mayor inversor en Arabia Saudita, con un capital de alrededor de 14.000 millones de euros en diferentes actividades industriales y de servicio.
Reino Unido, que esta semana se sumó a los bombardeos en Siria, no solo que tiene a la monarquía saudita como una aliada estratégica en la región, sino que recientemente apoyó el su ingreso a la comisión de derechos humanos de la ONU.
En el caso de Alemania, las exportaciones de armas hacia los países del Golfo Pérsico se incrementaron en 2015, llegando a más de 3 mil millones de euros, en el primer semestre del año. Según informa Der Spiegel, Arabia Saudita es uno los principales importadores de armas, especialmente tanques, desde Alemania.
El gobierno español justifica su venta de armas a Arabia Saudita diciendo que ese país cumple con “la normativa internacional sobre la exportación de armas” y “los derechos humanos”. Las “buenas relaciones” entre la monarquía saudí y la española vienen de larga data y el nuevo Rey Felipe VI no ahorró elogios para la monarquía saudí en enero pasado, cuando viajó a presentar sus “respetos” por la muerte del Rey Abdalá.
Uno de los argumentos más cínicos que vienen utilizando Estados Unidos y Europa para justificar la “guerra contra el terrorismo” desde el 2001, las invasiones a Irak, Afganistán y su política intervencionista militar, es la “defensa de los derechos humanos” frente a grupos integristas reaccionarios como el Estado Islámico.
Ideológicamente, esto se ha presentado como un “choque de civilizaciones” donde occidente representaría la defensa de las libertades democráticas.
Pero uno de sus principales aliados en el Golfo, Arabia Saudita, impone a puño de hierro una feroz opresión sobre todo aquel que no cumpla con su interpretación reaccionaria del Islam, como es el caso de Shraf Fayadh, o el caso del joven de 21 años, Ali Mohamed al Nimr, condenado a pena de muerte, que puede ser decapitado y crucificado en cualquier momento, entre muchos otros.
Arabia Saudita, la monarquía petrolera aliada de las “democracias occidentales” en Oriente Medio, condenó a fusilamiento público a un poeta palestino refugiado en ese país, por el “crimen” de apostasía y ateísmo.
Shraf Fayadh tiene 35 años, es un poeta palestino refugiado en Arabia Saudita y ha sido condenado a muerte por fusilamiento. Su “crimen”: “abandono del Islam” y apostasía. El artista ha negado la acusación, diciendo que se basa en una errónea interpretación de sus poemas.
El artista ya ha tenido varios enfrentamientos con el régimen saudita. Un video filmado por él mostraba a la policía religiosa saudí golpeando a un hombre en público, en una fuerte denuncia a la represión del régimen. Los amigos del poeta sostienen que éste es el verdadero motivo de la condena contra Fayadh.
El artista palestino-saudita fue uno de los curadores en la muestra de arte árabe de la bienal de Venecia en 2013, según informa la BBC, y organizador de varias muestras de arte internacionales.
En mayo del 2014 había sido condenado a 800 latigazos y cuatro años de cárcel, por “difundir el ateísmo y propagar ideas destructivas”. La acusación se basó en un libro con sus poemas, llamado Instructions Within (Instrucciones Interiores).
Si bien el poeta nació en Arabia Saudita, proviene de familia de refugiados palestinos, por lo que se lo considera como un refugiado en ese país. En su poemario, sobre su experiencia y reflexiones interiores, se encuentran versos como éste, que le valieron el castigo de los jueces saudíes:
“mi abuelo se encuentra desnudo cada día/ sin expulsión, sin creación divina…/ Ya he sido resucitado sin necesidad de un soplo divino en mi imagen./ Tengo la experiencia del infierno en la tierra…// la tierra/ es el infierno reservado a los refugiados.”
En esta ocasión, según informa la BBC, el ministerio de Justicia saudita anunció que demandará a los usuarios de Twitter que comparen la sentencia a fusilamiento con ejecuciones similares practicadas por Estado Islámico. El ministerio aseguró que cuestionar la resolución judicial es "esencialmente cuestionar la justicia de la ley islámica".
La condena ha tenido repercusión en los medios de comunicación europeos, y ha motivado una campaña de solidaridad internacional. Lacampaña de Change.org, ha recolectado ya casi 200.000 firmas.
Por si faltaran ingredientes trágicos en esta historia, pocos días después de conocer la condena a Fayadh a fines de noviembre, su padre murió. “Mi padre, Abdelsater Fayad, no pudo con el disgusto”, dijo su hermano, que vive en Gijón, España.
Arabia Saudita, “nuestra” dictadura “amiga” que decapita y fusila como el Estado Islámico
Francia, que pretende liderar una coalición internacional contra el Estado Islámico y bombardea Siria en nombre de los “valores europeos” y la defensa de la “libertad”, es el tercer mayor inversor en Arabia Saudita, con un capital de alrededor de 14.000 millones de euros en diferentes actividades industriales y de servicio.
Reino Unido, que esta semana se sumó a los bombardeos en Siria, no solo que tiene a la monarquía saudita como una aliada estratégica en la región, sino que recientemente apoyó el su ingreso a la comisión de derechos humanos de la ONU.
En el caso de Alemania, las exportaciones de armas hacia los países del Golfo Pérsico se incrementaron en 2015, llegando a más de 3 mil millones de euros, en el primer semestre del año. Según informa Der Spiegel, Arabia Saudita es uno los principales importadores de armas, especialmente tanques, desde Alemania.
El gobierno español justifica su venta de armas a Arabia Saudita diciendo que ese país cumple con “la normativa internacional sobre la exportación de armas” y “los derechos humanos”. Las “buenas relaciones” entre la monarquía saudí y la española vienen de larga data y el nuevo Rey Felipe VI no ahorró elogios para la monarquía saudí en enero pasado, cuando viajó a presentar sus “respetos” por la muerte del Rey Abdalá.
Uno de los argumentos más cínicos que vienen utilizando Estados Unidos y Europa para justificar la “guerra contra el terrorismo” desde el 2001, las invasiones a Irak, Afganistán y su política intervencionista militar, es la “defensa de los derechos humanos” frente a grupos integristas reaccionarios como el Estado Islámico.
Ideológicamente, esto se ha presentado como un “choque de civilizaciones” donde occidente representaría la defensa de las libertades democráticas.
Pero uno de sus principales aliados en el Golfo, Arabia Saudita, impone a puño de hierro una feroz opresión sobre todo aquel que no cumpla con su interpretación reaccionaria del Islam, como es el caso de Shraf Fayadh, o el caso del joven de 21 años, Ali Mohamed al Nimr, condenado a pena de muerte, que puede ser decapitado y crucificado en cualquier momento, entre muchos otros.
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