Fuente: El País.
El pleno impacto de la desaceleración económica en los mercados laborales se ha sentido este año, lo que se expresa en el primer aumento en un lustro del porcentaje de desempleados en Latinoamérica: hay 1,7 millones de nuevos desocupados en la región, es decir, un total de 19 millones, informó ayer la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al presentar en Lima el informe Panorama Laboral 2015 América Latina y el Caribe.
“La desocupación cerrará en 2015 en un 6,7% como promedio regional. Es el primer aumento significativo en cinco años, y se espera que continúe en 2016”, indicó José Manuel Salazar, director regional de la OIT para América Latina, en una rueda de prensa ayer en Lima. Según el reporte, los indicadores de los mercados laborales muestran que “puede estar aumentando la informalidad”, que en 2013 afectaba a 130 millones de latinoamericanos.
Juan Chacaltana, especialista regional en economía laboral de la OIT, detalló que la proporción de empleo asalariado cayó en 2015 y que “en tres de nueve países con información disponible, ha caído el empleo registrado, un indicador muy fino del empleo formal”. El experto subrayó que dicho indicador, medido por la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), había subido durante más de un decenio en todos los países de la región, pero Brasil, Perú y Uruguay registran una disminución.
El pleno impacto de la desaceleración económica en los mercados laborales se ha sentido este año, lo que se expresa en el primer aumento en un lustro del porcentaje de desempleados en Latinoamérica: hay 1,7 millones de nuevos desocupados en la región, es decir, un total de 19 millones, informó ayer la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al presentar en Lima el informe Panorama Laboral 2015 América Latina y el Caribe.
“La desocupación cerrará en 2015 en un 6,7% como promedio regional. Es el primer aumento significativo en cinco años, y se espera que continúe en 2016”, indicó José Manuel Salazar, director regional de la OIT para América Latina, en una rueda de prensa ayer en Lima. Según el reporte, los indicadores de los mercados laborales muestran que “puede estar aumentando la informalidad”, que en 2013 afectaba a 130 millones de latinoamericanos.
Juan Chacaltana, especialista regional en economía laboral de la OIT, detalló que la proporción de empleo asalariado cayó en 2015 y que “en tres de nueve países con información disponible, ha caído el empleo registrado, un indicador muy fino del empleo formal”. El experto subrayó que dicho indicador, medido por la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), había subido durante más de un decenio en todos los países de la región, pero Brasil, Perú y Uruguay registran una disminución.
El documento revela que los 18 millones de personas dedicadas al trabajo doméstico suponen el 7% de la fuerza laboral de la región. El 93% son mujeres
"Revirtiendo una tendencia observada en la última década, la participación del empleo asalariado ha caído [0,35% en 2015] y se ha registrado un crecimiento del empleo no asalariado. La desocupación ha aumentado en seis de los 17 países para los que se cuenta con información de coyuntura”, indica el informe.
Salazar enfatizó que los mayores incrementos en la desocupación en el tercer trimestre de 2015 se registran en América del Sur (entre un 6,4% y un 6,7%, sin considerar Brasil), pero en el país brasileño la tasa de desocupación nacional (incluyendo población rural y urbana) creció un 1,5% este año: es decir, pasó de 6,9% en 2014 a 8,4% en 2015. Chacaltana precisó que Brasil representa el 40% de la agrupación del mercado laboral latinoamericano, debido a sus interconexiones con la región y con el mundo.
El director regional de la OIT calificó como “una crisis en cámara lenta” el período que atraviesa América Latina debido a los efectos de la desaceleración y la pérdida del dinamismo en el crecimiento. Indicó además que el trabajo por cuenta propia se incrementó en el último año, y que la situación laboral afecta sobre todo, como en años anteriores, a los jóvenes y a las mujeres. Salazar comentó que este año 900.000 mujeres que salieron a buscar empleo en América Latina no lo encontraron. Es decir, se incrementó la participación en el mercado laboral, pero la desocupación femenina fue de 8,2% en el tercer trimestre del año comparada con un 5,9% en el caso de los hombres. Más de la mitad de los nuevos desocupados de 2015 son mujeres.
Paro juvenil
“Uso mis habilidades para agarrarme de los pasamanos del autobús”, comenta con ironía un joven vendedor de caramelos la noche del miércoles en Lima, y añade que vive en un “barrio bravo”, El Callao, pero prefiere no escoger la delincuencia. Es uno de los millones de afectados por la informalidad y por el desempleo juvenil que, según la OIT, comenzó a crecer en 2013 y que afecta al 15,3% de ese sector en el último trimestre de 2015. Según el informe, la tasa de desocupación de los jóvenes latinoamericanos triplica la de los adultos y es ligeramente superior a la observada en la década pasada.
Ante este cuadro, el director regional de la OIT explicó: “En Latinoamérica no hemos logrado escapar del ciclo económico de volatilidad de los precios internacionales, y de un grado excesivo de dependencia de esas dinámicas de la economía mundial”. Por ello, urgió a los países a diversificar sus estructuras de producción, perseguir mayor eficiencia y tener una agenda de desarrollo para crear más y mejores empleos.
El documento revela que los 18 millones de personas dedicadas al trabajo doméstico suponen el 7% de la fuerza laboral de la región. El 93% son mujeres.
"Revirtiendo una tendencia observada en la última década, la participación del empleo asalariado ha caído [0,35% en 2015] y se ha registrado un crecimiento del empleo no asalariado. La desocupación ha aumentado en seis de los 17 países para los que se cuenta con información de coyuntura”, indica el informe.
Salazar enfatizó que los mayores incrementos en la desocupación en el tercer trimestre de 2015 se registran en América del Sur (entre un 6,4% y un 6,7%, sin considerar Brasil), pero en el país brasileño la tasa de desocupación nacional (incluyendo población rural y urbana) creció un 1,5% este año: es decir, pasó de 6,9% en 2014 a 8,4% en 2015. Chacaltana precisó que Brasil representa el 40% de la agrupación del mercado laboral latinoamericano, debido a sus interconexiones con la región y con el mundo.
El director regional de la OIT calificó como “una crisis en cámara lenta” el período que atraviesa América Latina debido a los efectos de la desaceleración y la pérdida del dinamismo en el crecimiento. Indicó además que el trabajo por cuenta propia se incrementó en el último año, y que la situación laboral afecta sobre todo, como en años anteriores, a los jóvenes y a las mujeres. Salazar comentó que este año 900.000 mujeres que salieron a buscar empleo en América Latina no lo encontraron. Es decir, se incrementó la participación en el mercado laboral, pero la desocupación femenina fue de 8,2% en el tercer trimestre del año comparada con un 5,9% en el caso de los hombres. Más de la mitad de los nuevos desocupados de 2015 son mujeres.
Paro juvenil
“Uso mis habilidades para agarrarme de los pasamanos del autobús”, comenta con ironía un joven vendedor de caramelos la noche del miércoles en Lima, y añade que vive en un “barrio bravo”, El Callao, pero prefiere no escoger la delincuencia. Es uno de los millones de afectados por la informalidad y por el desempleo juvenil que, según la OIT, comenzó a crecer en 2013 y que afecta al 15,3% de ese sector en el último trimestre de 2015. Según el informe, la tasa de desocupación de los jóvenes latinoamericanos triplica la de los adultos y es ligeramente superior a la observada en la década pasada.
Ante este cuadro, el director regional de la OIT explicó: “En Latinoamérica no hemos logrado escapar del ciclo económico de volatilidad de los precios internacionales, y de un grado excesivo de dependencia de esas dinámicas de la economía mundial”. Por ello, urgió a los países a diversificar sus estructuras de producción, perseguir mayor eficiencia y tener una agenda de desarrollo para crear más y mejores empleos.
El documento revela que los 18 millones de personas dedicadas al trabajo doméstico suponen el 7% de la fuerza laboral de la región. El 93% son mujeres.
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