Francia cuenta con unos 66 millones de habitantes. Y cada uno de ellos tira al año a la basura entre 20 y 30 kilos de comida, por un valor total de unos 15 millones de euros. Un desperdicio salvaje, y más en tiempos de crisis...
El Gobierno francés anunció hace tres años su intención de reducir a la mitad el despilfarro en comida para 2015. Y por fin han empezado hacerlo: la Asamblea Nacional votó este jueves por unanimidad un normativa que prohíbe a los supermercados y grandes superficies destruir o tirar a la basura comida o productos de alimentación que se han quedado sin vender y que todavía se encuentran en condiciones de ser consumidos. Hablamos por ejemplo de productos cuyos envases han sufrido desperfectos y no se pueden vender al público, a pesar de que el producto alimenticio se encuentra en buen estado.
Las grandes cadenas de distribución estarán de ese modo obligadas acceder gratuitamente esa comida a ONGs que dan asistencia a personas en situación de pobreza. Y en caso de productos caducados, como por ejemplo paquetes de pasta, tendrán que destinarlos a la alimentación de animales o a la producción de compost para la agricultura. El caso es aprovecharlos de un modo u otro esa comida y evitar despilfarros.
El Gobierno francés anunció hace tres años su intención de reducir a la mitad el despilfarro en comida para 2015. Y por fin han empezado hacerlo: la Asamblea Nacional votó este jueves por unanimidad un normativa que prohíbe a los supermercados y grandes superficies destruir o tirar a la basura comida o productos de alimentación que se han quedado sin vender y que todavía se encuentran en condiciones de ser consumidos. Hablamos por ejemplo de productos cuyos envases han sufrido desperfectos y no se pueden vender al público, a pesar de que el producto alimenticio se encuentra en buen estado.
Las grandes cadenas de distribución estarán de ese modo obligadas acceder gratuitamente esa comida a ONGs que dan asistencia a personas en situación de pobreza. Y en caso de productos caducados, como por ejemplo paquetes de pasta, tendrán que destinarlos a la alimentación de animales o a la producción de compost para la agricultura. El caso es aprovecharlos de un modo u otro esa comida y evitar despilfarros.
"Es escandaloso ver como se rocía con lejía la basura de los supermercados cuando en ella aún hay productos comestibles", aseguraba Guillaume Garot, parlamentario socialista e impulsor de esta ley , que el martes se someterá a una nueva votación en la Asamblea Nacional y que después pasará al Senado, donde se espera que sea aprobada sin problemas.
La disposición que prohíbe a los supermercados tirar comida forma parte de una ley más amplia que también propone medidas para evitar desperdicios en los comedores infantiles y enseñar a los niños a reducir el despilfarro de alimentos. Asimismo, los parlamentarios están debatiendo acabar con las fechas de caducidad en algunos productos que se caracterizan por ser imperecederos.
La disposición que prohíbe a los supermercados tirar comida forma parte de una ley más amplia que también propone medidas para evitar desperdicios en los comedores infantiles y enseñar a los niños a reducir el despilfarro de alimentos. Asimismo, los parlamentarios están debatiendo acabar con las fechas de caducidad en algunos productos que se caracterizan por ser imperecederos.
Comentarios
Publicar un comentario