Fuente: Télam.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) dijo que su pueblo continuará con la resistencia contra la ocupación militar israelí y la violencia de los colonos judíos, y acusó a Israel de intensificar sus agresiones y de ejecutar a "palestinos indefensos" en las calles.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) dijo que su pueblo continuará con la resistencia contra la ocupación militar israelí y la violencia de los colonos judíos, y acusó a Israel de intensificar sus agresiones y de ejecutar a "palestinos indefensos" en las calles.
"La escalada israelí tiene por objeto encender las llamas de un conflicto religioso no sólo en la región, sino en todo el mundo", afirmó Mahmud Abbas en un discurso televisado y en medio de una ola de violencia que ya dejó 32 palestinos y siete israelíes muertos desde principios de mes.
En ese lapso, más de un millar de palestinos resultaron heridos en operativos militares israelíes sobre todo en Jerusalén este y Cisjordania, zonas ocupadas por Israel y las más afectadas por la violencia, que comenzó por tensiones en torno a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, sagrada para musulmanes y judíos.
"No dejaremos que prospere ningún plan israelí en relación a Jerusalén o la mezquita de Al Aqsa", dijo Abbas en alusión a temores palestinos de que Israel planee alterar las reglas que impiden a los judíos rezar en ese lugar de la Explanada, que los judíos llaman Monte del Templo.
Catorce de los 32 palestinos muertos desde el 1 de octubre fallecieron baleados por fuerzas de seguridad tras perpetrar o al intentar cometer atentados, en su mayoría con armas blancas, según la versión policial israelí.
"No nos rendiremos ante las políticas de ocupación de Israel ni ante las de sus colonos, que aterrorizan nuestros lugares sagrados, a nuestras mujeres, nuestra tierra y ejecutan a nuestros jóvenes"En muchos de los casos, testigos palestinos dijeron que algunos de los fallecidos no representaban ninguna amenaza y fueron muertos sin necesidad, en episodios equivalentes a ejecuciones extrajudiciales en plena calle.
Hoy, el gabinete de seguridad israelí aprobó el despliegue de cientos de soldados en ciudades de Israel para ayudar a la policía a mantener el orden, así como el levantamiento de retenes en torno a barrios palestinos de Jerusalén, la demolición de las viviendas y la confiscación de bienes de atacantes palestinos.
"No vamos a atacar a nadie y no aceptaremos nunca ningún ataque contra nosotros. Hemos informado al mundo de que no aceptaremos la continuación de la actual situación", subrayó Abbas, citado por la agencia de noticias EFE.
"No nos rendiremos ante las políticas de ocupación de Israel ni ante las de sus colonos, que aterrorizan nuestros lugares sagrados, a nuestras mujeres, nuestra tierra y ejecutan a nuestros jóvenes. Continuaremos con la resistencia y con nuestro derecho a defendernos", agregó.
Responsabilizó al Ejecutivo israelí de sus políticas y de los asaltos de colonos judíos al pueblo palestino, que, alertó, "están amenazando el proceso de paz y la tranquilidad en la región".
Abbas se refirió puntualmente a un adolescente palestino de 13 años, coautor con otro menor de 15 años el pasado lunes del apuñalamiento de dos israelíes de 13 y 24 años y que, dijo, fue abatido por las fuerzas israelíes, aunque Israel asegura que solo está herido.
"Todos los casos de ejecuciones sobre el terreno, el nuevo arma israelí empleada contra nuestros niños y jóvenes de Jerusalén, serán llevados ante el Tribunal Penal Internacional", recalcó.
El presidente palestino apenas se ha pronunciado hasta ahora sobre la actual oleada de violencia y ha dejado a sus asesores y allegados transmitir sus opiniones, en las que hasta hoy no había habido condenas expresas de los ataques contra israelíes.
Abbas aseguró que su pueblo es partidario de la paz y subrayó que "tiene el derecho a defenderse a través de la resistencia pacífica y la lucha legal y política", pero "no permanecerá rehén de acuerdos que Israel no respeta".
El presidente aludió así a los acuerdos de paz de Oslo, a cuya denuncia abrió la puerta el mes pasado con un un discurso en la ONU en el que enumeró toda una serie de violaciones israelíes y dijo que ya no se sentía más obligado a cumplir esos pactos que desde 1993 han marcado la hoja de ruta del proceso de paz.
También afirmó que la paz, la calma y la seguridad no pueden alcanzarse sin el fin de la ocupación israelí y el establecimiento de un Estado palestino en las fronteras de 1967.
El Ejecutivo del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha acusado a Abbas en repetidas ocasiones de instigar con su silencio el odio y las agresiones contra israelíes.
Analistas políticos consideran que Abbas, consciente de que las protestas juveniles responden a la frustración de las nuevas generaciones ante la falta de un horizonte político y económico, es partidario de no reprimirlas, ante el temor de que se vuelvan contra la clase dirigente partidaria de negociar con Israel.
Otros funcionarios palestinos también cargaron hoy contra Israel.
"Israel es un ocupante de Jerusalén. Debería poner fin a la ocupación. Esto es clave para la paz y la estabilidad", dijo Saeb Erekat, secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
"Decisiones como las adoptadas por el gabinete israelí echan nafta al fuego. Medidas de castigo colectivo y asesinatos y arrestos y demoliciones de casas y confiscación de tierras sólo conducirán a una escalada de la situación", agregó.
El embajador palestino en la ONU, Riyad Mansour, dijo por su parte que Israel actuaba de manera "salvaje", haciendo hincapié en la alta cifra de palestinos muertos.
En ese lapso, más de un millar de palestinos resultaron heridos en operativos militares israelíes sobre todo en Jerusalén este y Cisjordania, zonas ocupadas por Israel y las más afectadas por la violencia, que comenzó por tensiones en torno a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, sagrada para musulmanes y judíos.
"No dejaremos que prospere ningún plan israelí en relación a Jerusalén o la mezquita de Al Aqsa", dijo Abbas en alusión a temores palestinos de que Israel planee alterar las reglas que impiden a los judíos rezar en ese lugar de la Explanada, que los judíos llaman Monte del Templo.
Catorce de los 32 palestinos muertos desde el 1 de octubre fallecieron baleados por fuerzas de seguridad tras perpetrar o al intentar cometer atentados, en su mayoría con armas blancas, según la versión policial israelí.
"No nos rendiremos ante las políticas de ocupación de Israel ni ante las de sus colonos, que aterrorizan nuestros lugares sagrados, a nuestras mujeres, nuestra tierra y ejecutan a nuestros jóvenes"En muchos de los casos, testigos palestinos dijeron que algunos de los fallecidos no representaban ninguna amenaza y fueron muertos sin necesidad, en episodios equivalentes a ejecuciones extrajudiciales en plena calle.
Hoy, el gabinete de seguridad israelí aprobó el despliegue de cientos de soldados en ciudades de Israel para ayudar a la policía a mantener el orden, así como el levantamiento de retenes en torno a barrios palestinos de Jerusalén, la demolición de las viviendas y la confiscación de bienes de atacantes palestinos.
"No vamos a atacar a nadie y no aceptaremos nunca ningún ataque contra nosotros. Hemos informado al mundo de que no aceptaremos la continuación de la actual situación", subrayó Abbas, citado por la agencia de noticias EFE.
"No nos rendiremos ante las políticas de ocupación de Israel ni ante las de sus colonos, que aterrorizan nuestros lugares sagrados, a nuestras mujeres, nuestra tierra y ejecutan a nuestros jóvenes. Continuaremos con la resistencia y con nuestro derecho a defendernos", agregó.
Responsabilizó al Ejecutivo israelí de sus políticas y de los asaltos de colonos judíos al pueblo palestino, que, alertó, "están amenazando el proceso de paz y la tranquilidad en la región".
Abbas se refirió puntualmente a un adolescente palestino de 13 años, coautor con otro menor de 15 años el pasado lunes del apuñalamiento de dos israelíes de 13 y 24 años y que, dijo, fue abatido por las fuerzas israelíes, aunque Israel asegura que solo está herido.
"Todos los casos de ejecuciones sobre el terreno, el nuevo arma israelí empleada contra nuestros niños y jóvenes de Jerusalén, serán llevados ante el Tribunal Penal Internacional", recalcó.
El presidente palestino apenas se ha pronunciado hasta ahora sobre la actual oleada de violencia y ha dejado a sus asesores y allegados transmitir sus opiniones, en las que hasta hoy no había habido condenas expresas de los ataques contra israelíes.
Abbas aseguró que su pueblo es partidario de la paz y subrayó que "tiene el derecho a defenderse a través de la resistencia pacífica y la lucha legal y política", pero "no permanecerá rehén de acuerdos que Israel no respeta".
El presidente aludió así a los acuerdos de paz de Oslo, a cuya denuncia abrió la puerta el mes pasado con un un discurso en la ONU en el que enumeró toda una serie de violaciones israelíes y dijo que ya no se sentía más obligado a cumplir esos pactos que desde 1993 han marcado la hoja de ruta del proceso de paz.
También afirmó que la paz, la calma y la seguridad no pueden alcanzarse sin el fin de la ocupación israelí y el establecimiento de un Estado palestino en las fronteras de 1967.
El Ejecutivo del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha acusado a Abbas en repetidas ocasiones de instigar con su silencio el odio y las agresiones contra israelíes.
Analistas políticos consideran que Abbas, consciente de que las protestas juveniles responden a la frustración de las nuevas generaciones ante la falta de un horizonte político y económico, es partidario de no reprimirlas, ante el temor de que se vuelvan contra la clase dirigente partidaria de negociar con Israel.
Otros funcionarios palestinos también cargaron hoy contra Israel.
"Israel es un ocupante de Jerusalén. Debería poner fin a la ocupación. Esto es clave para la paz y la estabilidad", dijo Saeb Erekat, secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
"Decisiones como las adoptadas por el gabinete israelí echan nafta al fuego. Medidas de castigo colectivo y asesinatos y arrestos y demoliciones de casas y confiscación de tierras sólo conducirán a una escalada de la situación", agregó.
El embajador palestino en la ONU, Riyad Mansour, dijo por su parte que Israel actuaba de manera "salvaje", haciendo hincapié en la alta cifra de palestinos muertos.
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