Fuente. EFEVERDE.
Mario Villar.- Naciones Unidas (EFEverde).- A cinco meses de la cumbre del clima de París, la comunidad internacional cree que es posible lograr en esa cita un acuerdo global vinculante para responder al calentamiento global, pero reconoció hoy que para ello es absolutamente necesario acelerar las negociaciones.
“El progreso en las negociaciones es demasiado lento. (…) Va a ritmo de caracol”, advirtió el secretario general de la organización, Ban Ki-moon, en la apertura de un encuentro de alto nivel sobre clima, en el que ministros y otros representantes nacionales repasaron el estado del proceso.
Ese mensaje fue repetido por un buen número de los participantes, incluido el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, cuyo país está encargado de organizar la próxima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de diciembre, conocida como COP21.
“Hace falta acelerar. Sabemos que estos asuntos son muy complejos y no vamos a resolver las cuestiones en el último momento”, dijo Fabius en una conferencia de prensa.
Pese a ello, la conferencia celebrada hoy en la sede de las Naciones Unidas lanzó también un mensaje de positivo y por ejemplo, el ministro peruano de Medio Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, se mostró “completamente seguro” de que habrá un buen acuerdo en París.
Pulgar-Vidal, que presidió la última cumbre del clima (COP20) en Lima, llamó en declaraciones a los periodistas a mantener el optimismo y emitir un mensaje de “esperanza”.
“Ya hemos corrido la mayor parte del maratón. Nos estamos acercando a la meta”, señaló el ministro peruano en un discurso, en el que consideró que ahora es el momento de “hacer más esfuerzos” para cerrar con éxito el proceso.
Ban, en esa línea, aseguró que “en muchos sentidos, las estrellas están alineadas como nunca antes” para responder de forma eficiente al cambio climático.
Entre otras cosas, destacó la apuesta de las tres mayores economías del mundo -Estados Unidos, la Unión Europea y China- por un desarrollo bajo en emisiones, el aumento del uso de las energías limpias y las demandas de los ciudadanos y de líderes como el papa Francisco.
Para que París sea un éxito, Fabius subrayó que será fundamental que el acuerdo que se ponga sobre la mesa sea justo y diferencie claramente las responsabilidades de los países, pues no todos tienen la misma culpa del calentamiento global ni las mismas capacidades para responder.
Tal y como se acordó el pasado año en Lima, todos los estados tienen que presentar antes del 1 de octubre compromisos “cuantificables” de reducción de gases de efecto invernadero de una manera “clara, transparente y entendible por todos”.
A la espera de que China, el mayor emisor de dióxido de carbono, dé a conocer sus promesas concretas, posiblemente esta semana, la ONU destacó hoy el compromiso de Pekín y los importantes anuncios hechos ya por otras grandes potencias como Estados Unidos y la Unión Europea.
El Gobierno de Barack Obama se comprometió en marzo a reducir para 2025 sus emisiones de efecto invernadero entre un 26 y un 28 por ciento respecto a los niveles de 2005, mientras que Europa planteó algo antes reducir sus emisiones al menos un 40 por ciento para 2030 con respecto a los niveles de 1990.
Puntos clave
Otro de los puntos clave por resolver de cara a París es el de la financiación de las medidas contra el calentamiento global y, principalmente, cómo dotar al Fondo Verde del Clima de 100.000 millones de dólares al año a partir de 2020, un dinero destinado a apoyar a los países más vulnerables.
El objetivo final de la comunidad internacional es que el calentamiento global no sobrepase los dos grados centígrados con respecto a los valores preindustriales, una meta que algunos científicos y organizaciones ven ya muy difícil de cumplir incluso si hay acuerdo en París.
“La oportunidad para actuar se está reduciendo. (…) Necesitamos que actúen en la COP21 antes de que sea demasiado tarde. Lo que está en juego es el futuro de nuestros hijos”, dijo hoy a los participantes en el encuentro de la ONU el activista Xiuhtezcatl Roske Martínez, un adolescente criado en la tradición azteca que lleva años alertando sobre el cambio climático. EFEverde
Mario Villar.- Naciones Unidas (EFEverde).- A cinco meses de la cumbre del clima de París, la comunidad internacional cree que es posible lograr en esa cita un acuerdo global vinculante para responder al calentamiento global, pero reconoció hoy que para ello es absolutamente necesario acelerar las negociaciones.
“El progreso en las negociaciones es demasiado lento. (…) Va a ritmo de caracol”, advirtió el secretario general de la organización, Ban Ki-moon, en la apertura de un encuentro de alto nivel sobre clima, en el que ministros y otros representantes nacionales repasaron el estado del proceso.
Ese mensaje fue repetido por un buen número de los participantes, incluido el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, cuyo país está encargado de organizar la próxima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de diciembre, conocida como COP21.
“Hace falta acelerar. Sabemos que estos asuntos son muy complejos y no vamos a resolver las cuestiones en el último momento”, dijo Fabius en una conferencia de prensa.
Pese a ello, la conferencia celebrada hoy en la sede de las Naciones Unidas lanzó también un mensaje de positivo y por ejemplo, el ministro peruano de Medio Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, se mostró “completamente seguro” de que habrá un buen acuerdo en París.
Pulgar-Vidal, que presidió la última cumbre del clima (COP20) en Lima, llamó en declaraciones a los periodistas a mantener el optimismo y emitir un mensaje de “esperanza”.
“Ya hemos corrido la mayor parte del maratón. Nos estamos acercando a la meta”, señaló el ministro peruano en un discurso, en el que consideró que ahora es el momento de “hacer más esfuerzos” para cerrar con éxito el proceso.
Ban, en esa línea, aseguró que “en muchos sentidos, las estrellas están alineadas como nunca antes” para responder de forma eficiente al cambio climático.
Entre otras cosas, destacó la apuesta de las tres mayores economías del mundo -Estados Unidos, la Unión Europea y China- por un desarrollo bajo en emisiones, el aumento del uso de las energías limpias y las demandas de los ciudadanos y de líderes como el papa Francisco.
Para que París sea un éxito, Fabius subrayó que será fundamental que el acuerdo que se ponga sobre la mesa sea justo y diferencie claramente las responsabilidades de los países, pues no todos tienen la misma culpa del calentamiento global ni las mismas capacidades para responder.
Tal y como se acordó el pasado año en Lima, todos los estados tienen que presentar antes del 1 de octubre compromisos “cuantificables” de reducción de gases de efecto invernadero de una manera “clara, transparente y entendible por todos”.
A la espera de que China, el mayor emisor de dióxido de carbono, dé a conocer sus promesas concretas, posiblemente esta semana, la ONU destacó hoy el compromiso de Pekín y los importantes anuncios hechos ya por otras grandes potencias como Estados Unidos y la Unión Europea.
El Gobierno de Barack Obama se comprometió en marzo a reducir para 2025 sus emisiones de efecto invernadero entre un 26 y un 28 por ciento respecto a los niveles de 2005, mientras que Europa planteó algo antes reducir sus emisiones al menos un 40 por ciento para 2030 con respecto a los niveles de 1990.
Puntos clave
Otro de los puntos clave por resolver de cara a París es el de la financiación de las medidas contra el calentamiento global y, principalmente, cómo dotar al Fondo Verde del Clima de 100.000 millones de dólares al año a partir de 2020, un dinero destinado a apoyar a los países más vulnerables.
El objetivo final de la comunidad internacional es que el calentamiento global no sobrepase los dos grados centígrados con respecto a los valores preindustriales, una meta que algunos científicos y organizaciones ven ya muy difícil de cumplir incluso si hay acuerdo en París.
“La oportunidad para actuar se está reduciendo. (…) Necesitamos que actúen en la COP21 antes de que sea demasiado tarde. Lo que está en juego es el futuro de nuestros hijos”, dijo hoy a los participantes en el encuentro de la ONU el activista Xiuhtezcatl Roske Martínez, un adolescente criado en la tradición azteca que lleva años alertando sobre el cambio climático. EFEverde
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