La violencia en los territorios ocupados se incrementó ayer al producirse nuevos ataques con cuchillo. Por su parte el presidente de Palestina, Mahmud Abbas, consideró “inútil perder el tiempo con negociaciones sólo por el placer de negociar” y acusó a Israel de realizar “ejecuciones extrajudiciales de civiles palestinos indefensos, incluso niños, y guardar sus cadáveres”.
Agencia AFP
La ONU alertó ayer de que la crisis entre israelíes y palestinos podría terminar en “catástrofe”, poco antes de que se produjeran nuevos ataques con cuchillo en el territorio ocupado de Cisjordania.
Un palestino intentó apuñalar a un soldado israelí cerca de Hebrón en uno de esos ataques, antes de morir por disparos israelíes, indicaron la policía y el ejército.
Casi al mismo tiempo, otro palestino hirió levemente a una mujer israelí con un cuchillo, delante de un supermercado de Gush Etzion, una colonia judía situada entre Belén y Hebrón, dijo la policía, que detuvo al agresor.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, consideró ayer que la actual ola de violencia que azota los territorios palestinos e Israel es “extremadamente peligrosa”.
“La violencia entre palestinos e israelíes nos llevará a la catástrofe si no cesa de forma inmediata”, declaró Zeid, durante una reunión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, a la que asistió el presidente palestino, Mahmud Abbas.
Abbas consideró, por su parte, que es “inútil perder el tiempo con negociaciones sólo por el placer de negociar” y avisó de que la violencia “podría aniquilar todas las esperanzas sobre una solución con dos Estados”.
La actual escalada de violencia, que comenzó el 1 de octubre, se cobró la vida de 59 palestinos, un israelí árabe y nueve israelíes judíos.
“Ejecuciones extrajudiciales”
Abbas acusó a Israel de llevar a cabo “ejecuciones extrajudiciales de civiles palestinos indefensos (y de haber) guardado sus cadáveres, incluidos niños”.
Israel tomó varias medidas para tratar de evitar los ataques contra los judíos, entre ellas la de retener los cadáveres de los agresores palestinos.
Cientos de palestinos se manifestaron el jueves por la noche en Hebrón para pedir a las autoridades israelíes que les devuelvan “los cuerpos de los mártires”. Según ellos, Israel guarda los cadáveres de 25 agresores palestinos y de un árabe israelí.
Israel entierra a esos palestinos en cementerios reservados para los agresores, una decisión que enfurece a los musulmanes que tienen normas estrictas sobre la forma en que deben enterrarse los fallecidos.
La actual crisis estalló en un contexto de tensiones en torno a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén.
Los palestinos temen que Israel trate de cambiar las reglas que rigen el lugar, que es sagrado para los musulmanes y los israelíes, a pesar de que el primer ministro Benjamin Netanyahu negó varias veces que tenga intención de hacerlo.
Las normas estipulan que los judíos pueden acceder a ciertas horas a la Explanada, pero no pueden rezar ahí, mientras que los musulmanes pueden entrar y rezar a cualquier hora, aunque son sometidos regularmente a restricciones de edad, u otras, impuestas por las autoridades israelíes.
En un intento de rebajar las tensiones, Israel y Jordania, que gestiona el lugar sagrado, acordaron el sábado la instalación de cámaras en la Explanada, pero volvieron a oponerse sobre quién debe colocarlas.
Hermano de asesino de Rabin
El hermano del asesino del entonces primer ministro israelí Yitzhak Rabin en 1995 está en arresto domiciliario, tras afirmar que era hora de hacer “desaparecer de la faz de la Tierra” al presidente de Israel, Reuven Rivlin, indicó la policía el miércoles.
El mandatario había afirmado el domingo que el asesino de Rabin, Yigal Amir, no saldría de la cárcel mientras él “sea presidente”.
Tras estas afirmaciones, Hagai Amir, quien había sido liberado en 2012, tras más de 16 años de cárcel por participar en los preparativos del asesinato de Rabin, afirmó en su cuenta de Facebook que “no es Rivlin quién va a decidir si se libera o no a mi hermano”.
“Sólo Dios puede decidirlo, así como Dios decidió que Rabin moriría”, agregó. “Fue él (Dios) quien decidió que Rivlin sería presidente y es hora de que decida que Rivlin y el Estado sionista han de desaparecer de la faz de la Tierra (...) por los crímenes que han cometido legalmente contra su propio pueblo”, estimó Hagai Amir.
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