Por Krista Hughes y Matt Siegel
WASHINGTON/SIDNEY (Reuters) - Los socios comerciales del Pacífico publicaron el jueves el esperado acuerdo del llamado TPP, revelando los primeros detalles de un pacto destinado a liberalizar los envíos de un 40 por ciento de la economía mundial, pese a las críticas por su poca transparencia.
De ser ratificado, el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) pasará a ser parte del legado del presidente estadounidense, Barack Obama, que resultará crucial para las relaciones con Asia, a fin de contrarrestar la creciente influencia económica y política de China.
Un alto funcionario estadounidense dijo que la Casa Blanca probablemente notificaría el jueves al Congreso que Obama desea firmar el acuerdo TPP, un paso formal que iniciaría el plazo de 90 días para la aprobación legislativa del texto.
El TPP, que establece normas comunes en temas que van desde los derechos de los trabajadores a la protección de propiedad intelectual en 12 naciones de la Cuenca del Pacífico, ha quedado mayormente fuera del escrutinio público, lo que ha enojado a grupos que abogan por la transparencia, preocupados por los efectos de largo alcance.
Chile, México y Perú han sido parte de las negociaciones del TPP.
El pacto no incluye las medidas exigidas por algunos legisladores estadounidenses para sancionar la manipulación de divisas ni establecer un periodo de 12 años en los monopolios para la próxima generación de fármacos.
El acuerdo, que estuvo en discusiones durante más de cinco años, fue alcanzado el mes pasado luego de intensas negociaciones en Atlanta que terminaron con el punto muerto en torno al comercio de productos lácteos, las farmacéuticas y la industria automotriz.
La normativa definitiva del pacto será clave. Los detalles sobre las limitaciones locales de las industrias locales de autos aún son vagos, por ejemplo, y los importadores estadounidenses de calzado deportivo todavía esperan para saber si los aranceles se mantendrán.
Entre otros puntos cruciales mencionados por los socios se incluyen los primeros compromisos para desalentar las importaciones de bienes producidos en situaciones de trabajo forzado y adoptar leyes sobre condiciones laborales aceptables, y la primera prohibición a los perjudiciales subsidios a la pesca.
(Reporte adicional de Linda Sieg en Tokio, Martin Petty en Vietnam. Editado en español por Marion Giraldo)
WASHINGTON/SIDNEY (Reuters) - Los socios comerciales del Pacífico publicaron el jueves el esperado acuerdo del llamado TPP, revelando los primeros detalles de un pacto destinado a liberalizar los envíos de un 40 por ciento de la economía mundial, pese a las críticas por su poca transparencia.
De ser ratificado, el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) pasará a ser parte del legado del presidente estadounidense, Barack Obama, que resultará crucial para las relaciones con Asia, a fin de contrarrestar la creciente influencia económica y política de China.
Un alto funcionario estadounidense dijo que la Casa Blanca probablemente notificaría el jueves al Congreso que Obama desea firmar el acuerdo TPP, un paso formal que iniciaría el plazo de 90 días para la aprobación legislativa del texto.
El TPP, que establece normas comunes en temas que van desde los derechos de los trabajadores a la protección de propiedad intelectual en 12 naciones de la Cuenca del Pacífico, ha quedado mayormente fuera del escrutinio público, lo que ha enojado a grupos que abogan por la transparencia, preocupados por los efectos de largo alcance.
Chile, México y Perú han sido parte de las negociaciones del TPP.
El pacto no incluye las medidas exigidas por algunos legisladores estadounidenses para sancionar la manipulación de divisas ni establecer un periodo de 12 años en los monopolios para la próxima generación de fármacos.
El acuerdo, que estuvo en discusiones durante más de cinco años, fue alcanzado el mes pasado luego de intensas negociaciones en Atlanta que terminaron con el punto muerto en torno al comercio de productos lácteos, las farmacéuticas y la industria automotriz.
La normativa definitiva del pacto será clave. Los detalles sobre las limitaciones locales de las industrias locales de autos aún son vagos, por ejemplo, y los importadores estadounidenses de calzado deportivo todavía esperan para saber si los aranceles se mantendrán.
Entre otros puntos cruciales mencionados por los socios se incluyen los primeros compromisos para desalentar las importaciones de bienes producidos en situaciones de trabajo forzado y adoptar leyes sobre condiciones laborales aceptables, y la primera prohibición a los perjudiciales subsidios a la pesca.
(Reporte adicional de Linda Sieg en Tokio, Martin Petty en Vietnam. Editado en español por Marion Giraldo)
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