El glifosato es el pesticida más vendido a nivel mundial pese a que es asociado con el desarrollo de cáncer en humanos. Un médico argentino dice en Alemania que la experiencia de su país es dramática .
Instalación de fumigado de glifosato en Córdoba, Argentina.
El médico pediatra y neonatólogo Medardo Ávila Vázquez, ha sido testigo de la emergencia socioambiental que afecta a numerosos poblados en la provincia argentina. Desde hace más de una década ha estado confrontado con crecientes casos de malformaciones, de niños con problemas respiratorios, de comunidades en donde el cáncer se multiplica o que sufren de problemas endócrinos que antes no se veían.
El fenómeno comenzó en 2003 después de varios años de una creciente utilización de agrotóxicos en los cultivos transgénicos, dice Ávila. “En la facultad de Medicina de Córdoba convocamos un encuentro científico para analizar lo que estaba pasando y nos encontramos con una realidad que era compartida por varias comunidades: las enfermedades eran muy similares y se debían a la exposición a los agroquímicos“.
Cultivos de soja transgénica en Argentina.
Dominio de los transgénicos
El pediatra relata que para los reguladores del Estado todo estaba bien, pues todas las sustancias estaban autorizadas. Actualmente en Argentina el 100% de los cultivos de soja y algodón y el 95% de los cultivos de maíz son transgénicos, en donde se utiliza intensamente estos herbicidas.
Con esta controvertida apuesta por la industria transgénica el país sudamericano aspira a alimentar al mundo. Voces críticas como la de Ávila Vázquez, han sido desoídas o maltratadas por el poder político, judicial y mediático, sin embargo recientes estudios les dan la razón. La Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC), una dependencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), clasificó este año al glifosato como potencialmente cancerígeno para los humanos.
"Casos de cáncer se multiplican en Argentina"
“A nivel mundial Argentina es el país que más usa glifosato por persona al año. Usamos seis kilos de glifosato por habitante, Brasil utiliza 3 kilos y Estados Unidos 2,2 kilos por habitante. En Argentina es donde hay más exposición en el mundo“. En la localidad de Monte Maíz, en el este cordobés, en donde el equipo del pediatra argentino realizó su última investigación fueron encontrados 35 casos de enfermos de cáncer recién diagnosticados, cuando según las previsiones sólo se esperaba un máximo de once casos.
“Una de cada cinco personas mueren al año en Argentina de cáncer. Pero en los pueblos del interior en donde hay aplicaciones de agroquímicos como glifosato hemos encontrado que muere uno de cada tres personas y en algunos lugares muere uno de cada dos, un 50% de la población. Son datos que no se pueden ignorar“.
El médico argentino lamenta que en Europa se esté discutiendo si se autoriza el uso de glifosato durante diez años más. “Alemania está consumiendo 6 millones de kilos al año. Nosotros queremos decirles lo que nos está pasando para que no les pase lo mismo. Estamos en este reclamo de hacer prevalecer los valores que tienen que ver con una vida digna, con los derechos humanos, que sea eso lo que ordene la vida social y no la rentabilidad de empresas como Monsanto“. El herbicida Roundup de la multinacional estadounidense, es el agroquímico más vendido del mundo.
Gasas cancerígenas
Varias organizaciones alemanas invitaron a Ávila Vázquez a recorrer Alemania para dar a conocer la experiencia argentina y la lucha contra el glifosato. Durante un simposio en la sede berlinesa de la Fundación Heinrich Böll, cercana al Partido de Los Verdes, el pediatra argentino expuso los resultados de una investigación de la Universidad de la Plata presentada en el 3er Congreso Nacional de Pueblos Fumigados en Buenos Aires. Todos los productos fabricados con algodón transgénico contienen glifosato. El 100% de los algodones y gasas estériles que se producen en Argentina están contaminadas con glifosato, aunque en menos proporción, pero también contaminadas, resultaron los hisopos, las toallas íntimas y los tampones.
Instalación de fumigado de glifosato en Córdoba, Argentina.
El médico pediatra y neonatólogo Medardo Ávila Vázquez, ha sido testigo de la emergencia socioambiental que afecta a numerosos poblados en la provincia argentina. Desde hace más de una década ha estado confrontado con crecientes casos de malformaciones, de niños con problemas respiratorios, de comunidades en donde el cáncer se multiplica o que sufren de problemas endócrinos que antes no se veían.
El fenómeno comenzó en 2003 después de varios años de una creciente utilización de agrotóxicos en los cultivos transgénicos, dice Ávila. “En la facultad de Medicina de Córdoba convocamos un encuentro científico para analizar lo que estaba pasando y nos encontramos con una realidad que era compartida por varias comunidades: las enfermedades eran muy similares y se debían a la exposición a los agroquímicos“.
Cultivos de soja transgénica en Argentina.
Dominio de los transgénicos
El pediatra relata que para los reguladores del Estado todo estaba bien, pues todas las sustancias estaban autorizadas. Actualmente en Argentina el 100% de los cultivos de soja y algodón y el 95% de los cultivos de maíz son transgénicos, en donde se utiliza intensamente estos herbicidas.
Con esta controvertida apuesta por la industria transgénica el país sudamericano aspira a alimentar al mundo. Voces críticas como la de Ávila Vázquez, han sido desoídas o maltratadas por el poder político, judicial y mediático, sin embargo recientes estudios les dan la razón. La Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC), una dependencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), clasificó este año al glifosato como potencialmente cancerígeno para los humanos.
"Casos de cáncer se multiplican en Argentina"
“A nivel mundial Argentina es el país que más usa glifosato por persona al año. Usamos seis kilos de glifosato por habitante, Brasil utiliza 3 kilos y Estados Unidos 2,2 kilos por habitante. En Argentina es donde hay más exposición en el mundo“. En la localidad de Monte Maíz, en el este cordobés, en donde el equipo del pediatra argentino realizó su última investigación fueron encontrados 35 casos de enfermos de cáncer recién diagnosticados, cuando según las previsiones sólo se esperaba un máximo de once casos.
“Una de cada cinco personas mueren al año en Argentina de cáncer. Pero en los pueblos del interior en donde hay aplicaciones de agroquímicos como glifosato hemos encontrado que muere uno de cada tres personas y en algunos lugares muere uno de cada dos, un 50% de la población. Son datos que no se pueden ignorar“.
El médico argentino lamenta que en Europa se esté discutiendo si se autoriza el uso de glifosato durante diez años más. “Alemania está consumiendo 6 millones de kilos al año. Nosotros queremos decirles lo que nos está pasando para que no les pase lo mismo. Estamos en este reclamo de hacer prevalecer los valores que tienen que ver con una vida digna, con los derechos humanos, que sea eso lo que ordene la vida social y no la rentabilidad de empresas como Monsanto“. El herbicida Roundup de la multinacional estadounidense, es el agroquímico más vendido del mundo.
Gasas cancerígenas
Varias organizaciones alemanas invitaron a Ávila Vázquez a recorrer Alemania para dar a conocer la experiencia argentina y la lucha contra el glifosato. Durante un simposio en la sede berlinesa de la Fundación Heinrich Böll, cercana al Partido de Los Verdes, el pediatra argentino expuso los resultados de una investigación de la Universidad de la Plata presentada en el 3er Congreso Nacional de Pueblos Fumigados en Buenos Aires. Todos los productos fabricados con algodón transgénico contienen glifosato. El 100% de los algodones y gasas estériles que se producen en Argentina están contaminadas con glifosato, aunque en menos proporción, pero también contaminadas, resultaron los hisopos, las toallas íntimas y los tampones.
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