Por Francesco Canepa
FRÁNCFORT (Reuters) - El Banco Central Europeo (BCE) probablemente dejará la puerta abierta a un nuevo estímulo pero no se espera que anuncie nuevas medidas de política monetaria en una reunión el jueves, mientras aguarda nuevas indicaciones sobre las perspectivas de inflación en la zona euro.
Los precios al consumidor en los 19 países de la zona euro cayeron en septiembre, provocando llamados para que el BCE expanda o extienda sus compras mensuales de activos por 60.000 millones de euros (68.090 millones de dólares).
El programa de inyección de dinero fue lanzado en marzo para ayudar a llevar los niveles de inflación al objetivo del BCE, que se sitúa justo por debajo del 2 por ciento.
Aunque han enfatizado su disposición a actuar, las autoridades del BCE han dicho que la caída de los precios se debió principalmente a los costos energéticos, en los cuales el BCE no puede influir, y por tanto, no está claro si la desaceleración en las economías emergentes tendrá un impacto duradero sobre la zona euro.
Muchos tienen la esperanza de que el descenso de los efectos provocados por el desplome de precio del petróleo en el 2014 ayude a impulsar los niveles de inflación para finales de año.
El tono cauteloso utilizado sugiere que el BCE esperará a que su equipo publique en diciembre las nuevas previsiones de inflación antes de decidir si realiza cambios en su esquema de medidas de flexibilización monetaria.
El debate dentro del BCE parece ampliarse sobre si su política monetaria ya está llegando al límite de su efectividad.
"Creemos que el BCE demostrará que está preparado para actuar si es necesario y que la puerta está abierta a una relajación adicional, pero esperará a las reuniones de diciembre o enero (para tomar decisiones)", dijeron economistas de JP Morgan en un comunicado a sus clientes.
(Traducido por la Redacción de Madrid; editado por Carlos Aliaga vía Mesa Santiago)
FRÁNCFORT (Reuters) - El Banco Central Europeo (BCE) probablemente dejará la puerta abierta a un nuevo estímulo pero no se espera que anuncie nuevas medidas de política monetaria en una reunión el jueves, mientras aguarda nuevas indicaciones sobre las perspectivas de inflación en la zona euro.
Los precios al consumidor en los 19 países de la zona euro cayeron en septiembre, provocando llamados para que el BCE expanda o extienda sus compras mensuales de activos por 60.000 millones de euros (68.090 millones de dólares).
El programa de inyección de dinero fue lanzado en marzo para ayudar a llevar los niveles de inflación al objetivo del BCE, que se sitúa justo por debajo del 2 por ciento.
Aunque han enfatizado su disposición a actuar, las autoridades del BCE han dicho que la caída de los precios se debió principalmente a los costos energéticos, en los cuales el BCE no puede influir, y por tanto, no está claro si la desaceleración en las economías emergentes tendrá un impacto duradero sobre la zona euro.
Muchos tienen la esperanza de que el descenso de los efectos provocados por el desplome de precio del petróleo en el 2014 ayude a impulsar los niveles de inflación para finales de año.
El tono cauteloso utilizado sugiere que el BCE esperará a que su equipo publique en diciembre las nuevas previsiones de inflación antes de decidir si realiza cambios en su esquema de medidas de flexibilización monetaria.
El debate dentro del BCE parece ampliarse sobre si su política monetaria ya está llegando al límite de su efectividad.
"Creemos que el BCE demostrará que está preparado para actuar si es necesario y que la puerta está abierta a una relajación adicional, pero esperará a las reuniones de diciembre o enero (para tomar decisiones)", dijeron economistas de JP Morgan en un comunicado a sus clientes.
(Traducido por la Redacción de Madrid; editado por Carlos Aliaga vía Mesa Santiago)
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