Fuente: La Nación. (Costa Rica)
La oficina de Naciones Unidas para la coordinación de asuntos humanitarios (Ocha) manifestó su preocupación por la crisis humanitaria en Haití, agravada por el cambio climático, y pidió ayuda financiera internacional.
"Estamos en una fase de fuerte incremento del cólera", declaró Enzo di Taranto, jefe de la Ocha en Haití, el país más pobre del continente americano. "En los primeros meses de 2015 aumentó un 300% en relación al mismo periodo de 2014".
Según los datos de la oficina de la ONU, cerca de 20.000 personas estuvieron afectadas y 170 murieron por la epidemia desde el inicio del año.
Más de 8.800 haitianos murieron de cólera desde la aparición de la enfermedad en el país en octubre de 2010 y todavía hoy solo los casos registrados en Haití superan al total de enfermos censados en el resto del planeta.
Sobre una población estimada de 10 millones de habitantes, "alrededor de 3 millones de haitianos siguen bebiendo agua de mala calidad", indica la Ocha.
La situación humanitaria en el país se agrava debido, además, a un incremento de los precios de productos básicos, la sequía que golpea varios departamentos del país y la repatriación de haitianos desde República Dominicana.
La oficina de Naciones Unidas para la coordinación de asuntos humanitarios (Ocha) manifestó su preocupación por la crisis humanitaria en Haití, agravada por el cambio climático, y pidió ayuda financiera internacional.
"Estamos en una fase de fuerte incremento del cólera", declaró Enzo di Taranto, jefe de la Ocha en Haití, el país más pobre del continente americano. "En los primeros meses de 2015 aumentó un 300% en relación al mismo periodo de 2014".
Según los datos de la oficina de la ONU, cerca de 20.000 personas estuvieron afectadas y 170 murieron por la epidemia desde el inicio del año.
Más de 8.800 haitianos murieron de cólera desde la aparición de la enfermedad en el país en octubre de 2010 y todavía hoy solo los casos registrados en Haití superan al total de enfermos censados en el resto del planeta.
Sobre una población estimada de 10 millones de habitantes, "alrededor de 3 millones de haitianos siguen bebiendo agua de mala calidad", indica la Ocha.
La situación humanitaria en el país se agrava debido, además, a un incremento de los precios de productos básicos, la sequía que golpea varios departamentos del país y la repatriación de haitianos desde República Dominicana.
Mileida Benancio (centro) y otros deportados por República Dominicana descansan en Fonds Parisien, Haití, cerca de la frontera entre ambos países. Mileida nació en Barahona, República Dominicana, pero fue expulsada de este país junto con su madre y seis hermanos. (AFP)
Tras la aplicación a finales de junio de una nueva política de inmigración en el país vecino, en torno a 60.000 haitianos o personas de origen haitiano se vieron forzados a abandonar República Dominicana.
Este flujo migratorio incontrolado ejerce "una presión demográfica sobre el sistema de sanidad ya de por sí débil en Haití y sobre el abastecimiento de alimentos y agua", declaró Enzo di Taranto.
Los efectos del cambio climático se sienten año tras año en Haití : la sequía estival, que normalmente afectaba a los departamentos del norte del país, castiga ahora también al sur.
Haití , que perdió el 98% de su cobertura forestal, ve cómo su agricultura se empobrece con la erosión de los suelos. A causa de esta vulnerabilidad, la corriente de aire caliente "El Niño" golpea más a Haití que a otros países de la región.
Más de cinco años después del terremoto que mató a más de 100.000 personas, la ayuda financiera internacional para Haití está en clara reducción. La falta de financiamiento amenaza directamente la asistencia a los más de 60.000 damnificados por el sismo que viven todavía hoy en campamentos precarios.
Tras la aplicación a finales de junio de una nueva política de inmigración en el país vecino, en torno a 60.000 haitianos o personas de origen haitiano se vieron forzados a abandonar República Dominicana.
Este flujo migratorio incontrolado ejerce "una presión demográfica sobre el sistema de sanidad ya de por sí débil en Haití y sobre el abastecimiento de alimentos y agua", declaró Enzo di Taranto.
Los efectos del cambio climático se sienten año tras año en Haití : la sequía estival, que normalmente afectaba a los departamentos del norte del país, castiga ahora también al sur.
Haití , que perdió el 98% de su cobertura forestal, ve cómo su agricultura se empobrece con la erosión de los suelos. A causa de esta vulnerabilidad, la corriente de aire caliente "El Niño" golpea más a Haití que a otros países de la región.
Más de cinco años después del terremoto que mató a más de 100.000 personas, la ayuda financiera internacional para Haití está en clara reducción. La falta de financiamiento amenaza directamente la asistencia a los más de 60.000 damnificados por el sismo que viven todavía hoy en campamentos precarios.
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