Fuente: DW.
Las tensiones entre Rusia y Turquía parecen no tener fin. Este lunes (30.11.2015), en el marco de la Cumbre del Clima que se realiza en París, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que Turquía derribó el avión de combate SU-24 que supuestamente violó es espacio aéreo turco el pasado 24 de noviembre para colaborar con los negocios de la milicia terrorista Estado Islámico y garantizar el comercio de petróleo.
“Tenemos todos los motivos para creer que la decisión de derribar nuestro avión estuvo dictada por la voluntad de proteger las rutas de suministro de petróleo hacia territorio turco”, señaló Putin. “Recibimos informaciones adicionales que confirman, desgraciadamente, que ese petróleo, producido en las regiones controladas por el EI y otras organizaciones terroristas, es enviado en forma masiva y de modo industrial hacia Turquía”, agregó.
Antes del incidente con el avión, en la cumbre del G20 de hace dos semanas en la ciudad turca de Antalya, Putin había exhibido imágenes satelitales de convoyes fletados por los yihadistas que presuntamente transportaban petróleo en dirección a Turquía. Este lunes, el mandatario ruso aseguró que “la gran mayoría (de mis colegas) comparten la tesis de que no había ninguna necesidad de atacar un bombardero que no se podía defender y que no amenazaba a Turquía”. Esto, tras reunirse con el presidente de EE. UU., Barack Obama; la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
No tan indignos
Las palabras de Putin, que además calificó el ataque como “un gran error”, no quedaron sin respuesta. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo a la prensa en Francia que le parece que “no es moral acusar a Turquía de comprar petróleo a Daesh (Estado Islámico). Si hay documentos, deberían mostrarlos, que los veamos. Si se demuestra, yo no me quedaré en el cargo. Y le digo al señor Putin: ¿se quedará usted en su cargo?”.
“Los países a los que compramos petróleo son conocidos. Uno de los que compran petróleo de la organización terrorista Daesh es un ciudadano ruso y sirio, George Haswani, como ha denunciado el Ministerio de Finanzas estadounidense”, recordó el presidente turco. “Hasta hoy trabajamos por vías legales. No somos tan indignos como para comprar algo a una organización terrorista", remató el jefe del Estado turco.
DZC (dpa, EFE)
Erdogan exigió pruebas de la denuncia. Dijo que dejaría su cargo si Putin es capaz de entregar evidencia.
Las tensiones entre Rusia y Turquía parecen no tener fin. Este lunes (30.11.2015), en el marco de la Cumbre del Clima que se realiza en París, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que Turquía derribó el avión de combate SU-24 que supuestamente violó es espacio aéreo turco el pasado 24 de noviembre para colaborar con los negocios de la milicia terrorista Estado Islámico y garantizar el comercio de petróleo.
“Tenemos todos los motivos para creer que la decisión de derribar nuestro avión estuvo dictada por la voluntad de proteger las rutas de suministro de petróleo hacia territorio turco”, señaló Putin. “Recibimos informaciones adicionales que confirman, desgraciadamente, que ese petróleo, producido en las regiones controladas por el EI y otras organizaciones terroristas, es enviado en forma masiva y de modo industrial hacia Turquía”, agregó.
Antes del incidente con el avión, en la cumbre del G20 de hace dos semanas en la ciudad turca de Antalya, Putin había exhibido imágenes satelitales de convoyes fletados por los yihadistas que presuntamente transportaban petróleo en dirección a Turquía. Este lunes, el mandatario ruso aseguró que “la gran mayoría (de mis colegas) comparten la tesis de que no había ninguna necesidad de atacar un bombardero que no se podía defender y que no amenazaba a Turquía”. Esto, tras reunirse con el presidente de EE. UU., Barack Obama; la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
No tan indignos
Las palabras de Putin, que además calificó el ataque como “un gran error”, no quedaron sin respuesta. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo a la prensa en Francia que le parece que “no es moral acusar a Turquía de comprar petróleo a Daesh (Estado Islámico). Si hay documentos, deberían mostrarlos, que los veamos. Si se demuestra, yo no me quedaré en el cargo. Y le digo al señor Putin: ¿se quedará usted en su cargo?”.
“Los países a los que compramos petróleo son conocidos. Uno de los que compran petróleo de la organización terrorista Daesh es un ciudadano ruso y sirio, George Haswani, como ha denunciado el Ministerio de Finanzas estadounidense”, recordó el presidente turco. “Hasta hoy trabajamos por vías legales. No somos tan indignos como para comprar algo a una organización terrorista", remató el jefe del Estado turco.
DZC (dpa, EFE)
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