Fuente: Reuters.
Por Pete Sweeney y Lu Jianxin
SHANGHÁI (Reuters) - El yuan chino retrocedió el miércoles a un mínimo de cuatro años, en su segunda sesión consecutiva de pérdidas, luego que las autoridades devaluaron a la moneda, una decisión que avivó el temor a una guerra mundial de divisas y levantó críticas contra Pekín por ofrecer una ventaja injusta a sus exportadores.
El yuan al contado en China cayó a un mínimo de 6,4510 unidades por dólar, su menor nivel desde agosto del 2011, después de que el banco central fijó su punto medio diario de referencia en 6,3306 unidades, por debajo del nivel de la devaluación del martes.
La moneda china tuvo un desempeño incluso más débil en las cotizaciones internacionales, tocando el nivel de 6,59 unidades.
El banco central, que describió la devaluación como una medida excepcional para que el yuan responda mejor a las fuerzas del mercado, trató de tranquilizar el miércoles a los mercados financieros diciendo que no se está embarcando en una depreciación continua.
La devaluación ya había generado el martes ansiedad por la posibilidad de una guerra global de divisas y acusaciones contra Pekín de quienes consideran que está apoyando injustamente a sus exportadores.
"Tomando en cuenta la situación económica nacional e internacional, en la actualidad no hay ninguna base para una tendencia de depreciación sostenida del yuan", dijo el Banco Popular de China en un comunicado.
Operadores cambiarios dijeron más tarde que los bancos estatales estaban vendiendo dólares a nombre del banco central. El yuan finalizó la sesión en el mercado al contado en 6,3870 unidades, después de avanzar con fuerza antes del cierre, lo que influenciará el rango medio de cotización del jueves.
"Aparentemente, el banco central no quiere que el yuan se salga de control", dijo un operador de un banco europeo en Shanghái. Añadió que la devaluación inesperada había causado "cierto pánico" en los mercados.
Analistas de BMI bajaron su previsión para la moneda china a final de año a 6,83 yuanes por dólar, una baja de 10 por ciento desde los niveles previos a la devaluación.
El yuan ha perdido un 3,5 por ciento en China en los últimos dos días y alrededor de un 4,8 por ciento en los mercados internacionales.
La baja del yuan arrastró a otras monedas asiáticas como la rupia de Indonesia, el ringgit malasio, mientras que los dólares australiano y neozelandés tocaron mínimos de seis años.
Las bolsas de Asia y Europa cayeron y Wall Street abrió en baja.
Los inversores buscaron la seguridad de los bonos gubernamentales, lo que llevó los rendimiento de los bonos alemanes a dos años a mínimos y redujo el retorno de los papeles del Tesoro de Estados Unidos.
La devaluación del martes se produjo tras una serie de datos económicos débiles y generó sospechas de que China se está embarcando en un declive a más largo plazo del tipo de cambio. La caída del yuan fue la mayor en un día desde 1994.
Un yuan más barato puede ayudar a las exportaciones chinas, haciéndolas menos costosas en los mercados extranjeros. La semana pasada, datos mostraron una caída de un 8,3 por ciento de las exportaciones en julio, mientras que los precios al productor se encuentran en su cuarto año de deflación.
El Ministerio de Comercio de China reconoció el miércoles que la depreciación estimularía las exportaciones.
Fuentes involucradas en la toma de decisiones económicas de China dijeron que influyentes funcionarios en el Gobierno estaban presionando para que el yuan se deprecie aún más, apuntando a un retroceso total de casi un 10 por ciento.
Datos publicados el miércoles mostraron una expansión débil en la segunda economía más grande del mundo.
El crecimiento de la producción fabril cedió a un 6 por ciento en julio respecto al mismo mes del año anterior, incumpliendo las previsiones del mercado, mientras que la inversión en activos fijos y las ventas minoristas también fueron más débiles que lo esperado.
(Reporte adicional de Samuel Shen en Shanghái y Jason Subler en Pekín, escrito por Will Waterman. Editado en español por Carlos Aliaga y Marion Giraldo)
Por Pete Sweeney y Lu Jianxin
SHANGHÁI (Reuters) - El yuan chino retrocedió el miércoles a un mínimo de cuatro años, en su segunda sesión consecutiva de pérdidas, luego que las autoridades devaluaron a la moneda, una decisión que avivó el temor a una guerra mundial de divisas y levantó críticas contra Pekín por ofrecer una ventaja injusta a sus exportadores.
El yuan al contado en China cayó a un mínimo de 6,4510 unidades por dólar, su menor nivel desde agosto del 2011, después de que el banco central fijó su punto medio diario de referencia en 6,3306 unidades, por debajo del nivel de la devaluación del martes.
La moneda china tuvo un desempeño incluso más débil en las cotizaciones internacionales, tocando el nivel de 6,59 unidades.
El banco central, que describió la devaluación como una medida excepcional para que el yuan responda mejor a las fuerzas del mercado, trató de tranquilizar el miércoles a los mercados financieros diciendo que no se está embarcando en una depreciación continua.
La devaluación ya había generado el martes ansiedad por la posibilidad de una guerra global de divisas y acusaciones contra Pekín de quienes consideran que está apoyando injustamente a sus exportadores.
"Tomando en cuenta la situación económica nacional e internacional, en la actualidad no hay ninguna base para una tendencia de depreciación sostenida del yuan", dijo el Banco Popular de China en un comunicado.
Operadores cambiarios dijeron más tarde que los bancos estatales estaban vendiendo dólares a nombre del banco central. El yuan finalizó la sesión en el mercado al contado en 6,3870 unidades, después de avanzar con fuerza antes del cierre, lo que influenciará el rango medio de cotización del jueves.
"Aparentemente, el banco central no quiere que el yuan se salga de control", dijo un operador de un banco europeo en Shanghái. Añadió que la devaluación inesperada había causado "cierto pánico" en los mercados.
Analistas de BMI bajaron su previsión para la moneda china a final de año a 6,83 yuanes por dólar, una baja de 10 por ciento desde los niveles previos a la devaluación.
El yuan ha perdido un 3,5 por ciento en China en los últimos dos días y alrededor de un 4,8 por ciento en los mercados internacionales.
La baja del yuan arrastró a otras monedas asiáticas como la rupia de Indonesia, el ringgit malasio, mientras que los dólares australiano y neozelandés tocaron mínimos de seis años.
Las bolsas de Asia y Europa cayeron y Wall Street abrió en baja.
Los inversores buscaron la seguridad de los bonos gubernamentales, lo que llevó los rendimiento de los bonos alemanes a dos años a mínimos y redujo el retorno de los papeles del Tesoro de Estados Unidos.
La devaluación del martes se produjo tras una serie de datos económicos débiles y generó sospechas de que China se está embarcando en un declive a más largo plazo del tipo de cambio. La caída del yuan fue la mayor en un día desde 1994.
Un yuan más barato puede ayudar a las exportaciones chinas, haciéndolas menos costosas en los mercados extranjeros. La semana pasada, datos mostraron una caída de un 8,3 por ciento de las exportaciones en julio, mientras que los precios al productor se encuentran en su cuarto año de deflación.
El Ministerio de Comercio de China reconoció el miércoles que la depreciación estimularía las exportaciones.
Fuentes involucradas en la toma de decisiones económicas de China dijeron que influyentes funcionarios en el Gobierno estaban presionando para que el yuan se deprecie aún más, apuntando a un retroceso total de casi un 10 por ciento.
Datos publicados el miércoles mostraron una expansión débil en la segunda economía más grande del mundo.
El crecimiento de la producción fabril cedió a un 6 por ciento en julio respecto al mismo mes del año anterior, incumpliendo las previsiones del mercado, mientras que la inversión en activos fijos y las ventas minoristas también fueron más débiles que lo esperado.
(Reporte adicional de Samuel Shen en Shanghái y Jason Subler en Pekín, escrito por Will Waterman. Editado en español por Carlos Aliaga y Marion Giraldo)
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