Fuente: Gizmodo.
Por: Eduardo Marin
Sí, lo que ves en la foto anterior es el asfalto de una calle en la India derritiéndose debido a una brutal ola de calor que está sufriendo el país. Más de 1.000 personas han fallecido a causa de estas temperaturas que han alcanzado los 48º Celsius, y las condiciones parece que no mejorarán pronto.
Durante la última semana algunas de las ciudades de este país han sido azotadas por tormentas de polvo y una ola de calor incesante que hasta ahora ha ocasionado la muerte de exactamente 1.118 personas, de las cuales 852 vivían en el estado de Andhra Pradesh, mientras que las otras 266 vivían en Telangana.
Esto se debe a que, aunque en muchos países el verano suele alcanzar (y en algunos casos superar) los 48º Celsius, las condiciones de vivienda en la India son extremadamente pobres. Los mendigos, gente pobre y sin hogar, los niños, ancianos, empleados de la construcción y taxistas son los más afectados por las altas temperaturas, en un país donde la pobreza es tan abundante y los aires acondicionados pueden ser considerados un lujo.
Aunque durante el segundo trimestre del año las altas temperaturas son comunes en la India, los expertos aseguran que este año ha sido peor debido al cambio climático en el planeta, y claro, si sumamos el calor a la sequía y las tormentas de polvo y arena que llegan del desierto durante estas temporadas, acompañadas de vientos muy cálidos, podemos imaginar por qué las condiciones y los resultados de esta oleada han sido tan trágicos y lamentables.
En promedio, durante las últimas semanas el país se ha mantenido entre las temperaturas de 44 y 45 grados Celsius, y su población lo ha sentido, como lo demuestran estas fotografías. [víaHindustan Times - BBC]
Fotos: AP Images. Imagen de Portada: HT Photos.
Estas personas recolectan agua potable de una tubería que tiene una filtración.
Un motorista, taxista, trata de proteger su rostro con tela y gafas oscuras. Su trabajo le obliga a estar muchas horas al volante en condiciones extremas.
Jóvenes y personas de todas las edades tratan de refrescarse al sumergirse en tanques o sistemas de riego y fuentes de la ciudad.
Niños reciben clase a la sombra de un árbol en una escuela aún en construcción.
Mendigos y personas en condiciones de extrema pobreza se refugian del implacable Sol en grandes tuberías de construcciones.
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