Fuente: Clarín.
Trabajo de rescate en Amatrice
Un desastroso terremoto de magnitud 6.0 de la escala Richter, similar en intensidad al que en abril de 2009 devastó la cercana L’Aquila con un saldo de más de 300 muertos, arrasó esta madrugada una vasta zona de la Italia central, con un saldo de más de 120 muertos, según informó el mismo premier Matteo Renzi. Además, centenares de personas quedaron atrapadas en los escombros en Accumuli, Amatrice y varios pueblos de las provincias de Rieti y Ascoli Piceno, en las regiones del Lazio y las Marcas.
Terremoto en Italia./ AFP
Por la tarde, mientras 760 bomberos y centenares de voluntarioshacían milagros para salvar a los sepultados vivos, el balance provisional que dió la Protección Civil en una conferencia de prensa en Amatrice fue de 73 muertos, pero la cifra creció rápidamente a 120,según informó el premier Renzi tras visitar la zona. Se cree que la catástrofe puede dejar un saldo muy superior.
En el pueblo de Pescara del Tronto, el sismo principal que se produjo a las 3:36 cuando todos dormían, la destrucción fue total y se cree que un tercio de sus 330 habitantes ha quedado atrapada en las viviendas que les cayeron encima. “Lo que no se derrumbó habrá que tirarlo abajo porque los edificios están totalmente dañados”, dijo uno de los jefes de los bomberos.
“En diez segundos se vino todo abajo”, contó en Accumoli, la anciana Assunta a la televisión, sosteniendo en sus brazos a su perrito, que logró salvar. En lágrimas, la mujer contó que su marido también se salvó pero que una sobrina y varios vecinos “están allí abajo”.
La zona afectada es de alto riesgo sísmico y hace 400 años se registró un terremoto que causó una destrucción similar a la de hoy.
Todos los pueblos y pequeñas ciudades de la zona se quedaron sin electricidad, por lo que los primeros socorros debieron afrontar en malas condiciones el auxilio, mientras centenares de vecinos trataban de limpiar los escombros a mano limpia.
Servicios de emergencia ayudan a uno de los sobrevivientes del terremoto en la localidad de Fonte del Campo, cerca de Accumoli en el centro de Italia./ EFE
“Los socorros llegaron bastante rápido”, dijo con un cigarrillo en la mano la señora Giuseppina, que con su marido quedaron atrapados en su casa de Amatrice. “Nosotros gritábamos y llegaron los de la Guardia Forestal, a los que hay que darles una medalla”. “Nos sacaron con dificultad”.
Los hospitales de la zona lanzaron pedidos urgentes a los donantes de “sangre de todos los grupos”. Filas de gente se armaron rápidamente en los nosocomios vecinos, pero también en Roma y otras ciudades italianas.
El sistema de la Protección Civil en este país que tiene muchas zonas sísmicas y sufre temblores y terremotos con frecuencia, puso en marcha sus mecanismos y columnas con médicos, personal especializado con perros de búsqueda, casas rodantes, cocinas especiales y cientos de voluntarios se pusieron en marcha desde Roma, Milán, Turín, Nápoles, Florencia y otras ciudades italianas. De la región del Veneto llegó un equipo especializado en controlar los edificios con instrumentos electrónicos y en apuntalar las construcciones que pueden ser salvadas.
También el ejército puso en marcha al arma de ingenieros y tropas para ayudar en la búsqueda de las víctimas que yacen debajo de los escombros.
Miembros de los servicios de emergencia ayudan a uno de los sobrevivientes del terremoto en la localidad de Fonte del Campo, cerca de Accumoli en el centro de Italia. / EFE
Todos los canales nacionales de la televisión trasmiten en directa desde los principales lugares de la tragedia.
Al menos 60 personas que estan entre los escombros orientaron con sus teléfonos celulares a los socorredores. En Amatrice, como en los otros lugares del terremoto, se pide continuamente silencio para escuchar los gritos y las señales que vengan desde las enormes montañas de escombros para salvar más vidas.
“Hay centenares bajo los escombros porque estamos en pleno verano y millones de italianos aprovechan para ir a la playa o a la montaña y después venir a visitar a los parientes a sus pueblos de origen”, dijo el alcalde de Amatrice. “Todos los hoteles de la ciudad estaban llenos”, agregó.
Por la tarde anunciaron que se había derrumbado el famoso hotel “Roma” donde se alojaban muchos parientes de vacaciones que vienen todos los años a visitar a los abuelos con sus hijos.
La tragedia asumió un rostro particular. En estos pueblos la mayoría de la población son ancianos y esperan el verano porque llegan los hijos con los nietos, la mayoría chicos. Por eso entre las víctimas hay tantos niños.
Una abuela logró meter debajo de la cama a dos nietos, pero no a salvar a su hija y yerno. Con su cuerpo, además, cubrió a los chicos y horas más tarde la anciana y sus “nipotini” fueron salvados por soldados del Ejército.
El pueblo de Accumoli fue prácticamente arrasado por el sismo, cuyo centro fue ubicado en las cercanías a nueve kilómetros de profundidad.
El hospital local de Amatrice fue en parte destruído y hubo que evacuar el hospital. Los enfermos y los heridos fueron colocados en la vía pública. Los más graves están siendo llevados a la capital provincial Rieti, cuyo hospital coordina en parte los socorros médicos, a Roma y Florencia, con una docena de helicópteros de rescate que van y vienen.
Arquata del Tronto, un pueblo vecino a Accumuli y Amatrici, muy cerca de Pescara del Tronto, ya no existe. En lágrimas, el alcalde, acompañado por el cura del pueblo que desde el comienzo ayudó a sacar escombros a mano limpia, dijo que “no sabemos exactamente cuanta gente había en las viviendas porque muchos son parientes llegados para las vacaciones. Pero creemos que por desgracia el balance final va a ser muy trágico”.
Las redes sociales han organizado servicios para que la gente comunique lo que pasa y sobre todo informen acerca de los sobrevivientes. Facebook inició un mecanismo de “safe cheking” a fin de que cada uno informe su situación para que las familias puedan comprobar que está vivo y también las malas noticias.
Los 60 millones de italianos han sido invitados a dar su solidaridad concreta. En plaza Mazzini en Roma y en otras plazas de la capital, así como en las otras ciudades del país, llegaron donaciones de ropas, alimentos y medicinas.
En las columnas que viajan desde todo el país hacia la zona del terremoto, una parte de las cuales han llegado ya a la zona del desastre, van también grúas y máquinas de movimiento de tierra, que tendrán muchas dificultades en el lugar pues deben comenzar por despejar las calles llenas de escombros altos hasta dos metros.
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