Fuente: telesur.
La crisis humanitaria a causa de la falta de agua potable, alimentos y seguridad ha matado a miles de personas en Nigeria.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) denunció este viernes la grave situación humanitaria que se vive en el noreste de Nigeria a raíz del conflicto con el grupo terrorista Boko Haram. Unas 800 personas están en una situación de extrema necesidad.
El comunicado denuncia la situación de urgencia que se está viviendo en el noroeste de Nigeria, donde el conflicto con Boko Haram ha dejado millones de desplazados internos que no tienen acceso a asistencia básica y que se encuentran desprotegidos frente a la violencia.
No obstante, la situación podría empeorar debido al avance de la ofensiva del Ejército nigeriano contra el grupo extremista.
Los terroristas se sienten acorralados, por lo que han aumentado su actividad en los estados de Borno y Yobe, donde los ataques a civiles, los coches bomba, el robo de comida y los atentados suicidas han aumentado en los últimos meses.
El acceso a la mayor parte de la Cuenca del Lago Chad, donde Boko Haram concentra su actividad, resulta de imposible acceso para las organizaciones humanitarias.
Cada día se producen nuevas violaciones de los Derechos Humanos en esa recóndita zona del país africano, perpetradas por los milicianos de Boko Haram: asesinatos indiscriminados a civiles, violencia sexual, desapariciones, reclutamiento forzado, rapto de menores para convertirles en niños soldado, conversiones forzadas, robos, entre otros.
Los civiles que todavía viven en esa zona del país no sólo deben hacer frente a la amenaza terrorista, sino que además tienen que enfrentar la grave situación de emergencia humanitaria que está matando a miles de personas cada día, la carencia de agua potable o a alimentos.
De acuerdo con los datos de Naciones Unidas, alrededor de 800 mil personas están en una situación de extrema necesidad. Cada día se registran nuevos casos de desnutrición grave aguda, y la escalada de violencia que se ha producido en los últimos años impide que la población pueda cultivar sus propias cosechas o mantener su ganado, por lo que cada vez son más dependientes de la ayuda humanitaria.
En el estado de Borno, Naciones Unidas estima que más de 50 mil personas están en situación de alerta crítica, de las cuales unos 21 mil son niños. Más de la mitad de estos menores han perdido a uno o a sus dos padres.
En la actualidad, hay 157 mil desplazados internos en Camerún, 74 mil 800 en Chad y más de 127 mil en Níger. En Nigeria ese número asciende a los 2 millones y medio de personas. El conflicto, por otro lado, ha acabado con la vida de más de 13 mil nigerianos.
El comunicado denuncia la situación de urgencia que se está viviendo en el noroeste de Nigeria, donde el conflicto con Boko Haram ha dejado millones de desplazados internos que no tienen acceso a asistencia básica y que se encuentran desprotegidos frente a la violencia.
No obstante, la situación podría empeorar debido al avance de la ofensiva del Ejército nigeriano contra el grupo extremista.
Los terroristas se sienten acorralados, por lo que han aumentado su actividad en los estados de Borno y Yobe, donde los ataques a civiles, los coches bomba, el robo de comida y los atentados suicidas han aumentado en los últimos meses.
El acceso a la mayor parte de la Cuenca del Lago Chad, donde Boko Haram concentra su actividad, resulta de imposible acceso para las organizaciones humanitarias.
Cada día se producen nuevas violaciones de los Derechos Humanos en esa recóndita zona del país africano, perpetradas por los milicianos de Boko Haram: asesinatos indiscriminados a civiles, violencia sexual, desapariciones, reclutamiento forzado, rapto de menores para convertirles en niños soldado, conversiones forzadas, robos, entre otros.
Los civiles que todavía viven en esa zona del país no sólo deben hacer frente a la amenaza terrorista, sino que además tienen que enfrentar la grave situación de emergencia humanitaria que está matando a miles de personas cada día, la carencia de agua potable o a alimentos.
De acuerdo con los datos de Naciones Unidas, alrededor de 800 mil personas están en una situación de extrema necesidad. Cada día se registran nuevos casos de desnutrición grave aguda, y la escalada de violencia que se ha producido en los últimos años impide que la población pueda cultivar sus propias cosechas o mantener su ganado, por lo que cada vez son más dependientes de la ayuda humanitaria.
En el estado de Borno, Naciones Unidas estima que más de 50 mil personas están en situación de alerta crítica, de las cuales unos 21 mil son niños. Más de la mitad de estos menores han perdido a uno o a sus dos padres.
En la actualidad, hay 157 mil desplazados internos en Camerún, 74 mil 800 en Chad y más de 127 mil en Níger. En Nigeria ese número asciende a los 2 millones y medio de personas. El conflicto, por otro lado, ha acabado con la vida de más de 13 mil nigerianos.
En contexto
Boko Haram, cuyo nombre suele traducirse como "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer el autodenominado Estado Islámico (Daesh, en árabe) en el noreste de Nigeria a través de una campaña de terror y uno de sus principales objetivos es el sistema educativo.
De acuerdo con cálculos gubernamentales, en los más de seis años que ha transcurrido el conflicto, el grupo terrorista ha asesinado a más de 12 mil personas, aunque otras fuentes sitúan esta cifra en más del doble.
El conflicto contra el Boko Haran en Nigeria ha causado ya más de 2,4 millones de desplazados, lo que agudiza la falta de recursos para la población.
La violencia de Boko Haram ha afectado a la producción local y a los mercados -en muchas ocasiones objetivos de sus ataques-, por lo que consecuentemente, los precios de los productos se han disparado, agravando la situación de muchas familias.
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