Al menos 4.108 miembros del grupo terrorista Estado Islámico han muerto durante el último año y medio por bombardeos de la coalición internacional, liderada por EE. UU., en Siria.
La mayoría de esos yihadistas no eran de nacionalidad siria y fallecieron por los ataques de la alianza internacional contra sus posiciones, bases e instalaciones petroleras controladas en las provincias de Homs y Hama, en el centro de Siria; y en Alepo, Al Hasaka, Deir al Zur y Al Raqa, en el norte.
La ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló este miércoles (23.03.2016) que entre ellos hay decenas de dirigentes de la milicia yihadista Estado Islámico (EI), de los que el más importante era Abu Omar al Shishani, uno de los jefes militares de la organización, muerto por las heridas sufridas en un ataque aéreo de EE. UU. en la localidad de Al Shadadi, en Al Hasaka, el pasado 4 de marzo.
Los bombardeos de la coalición, iniciados el 23 de septiembre de 2014 en Siria, no solo han causado bajas de extremistas del EI, sino también de civiles e integrantes de otros grupos armados.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos apuntó que al menos 380 civiles, entre los que hay 99 menores y 67 mujeres, han perdido la vida; mientras que al menos 136 milicianos del Frente al Nusra -filial siria de Al Qaeda- han perecido en ataques a sus bases en el oeste de Alepo y el norte de la provincia de Idleb (norte).
VT (efe, www.syriahr.com)
La mayoría de esos yihadistas no eran de nacionalidad siria y fallecieron por los ataques de la alianza internacional contra sus posiciones, bases e instalaciones petroleras controladas en las provincias de Homs y Hama, en el centro de Siria; y en Alepo, Al Hasaka, Deir al Zur y Al Raqa, en el norte.
La ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló este miércoles (23.03.2016) que entre ellos hay decenas de dirigentes de la milicia yihadista Estado Islámico (EI), de los que el más importante era Abu Omar al Shishani, uno de los jefes militares de la organización, muerto por las heridas sufridas en un ataque aéreo de EE. UU. en la localidad de Al Shadadi, en Al Hasaka, el pasado 4 de marzo.
Los bombardeos de la coalición, iniciados el 23 de septiembre de 2014 en Siria, no solo han causado bajas de extremistas del EI, sino también de civiles e integrantes de otros grupos armados.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos apuntó que al menos 380 civiles, entre los que hay 99 menores y 67 mujeres, han perdido la vida; mientras que al menos 136 milicianos del Frente al Nusra -filial siria de Al Qaeda- han perecido en ataques a sus bases en el oeste de Alepo y el norte de la provincia de Idleb (norte).
VT (efe, www.syriahr.com)
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