BOGOTÁ (Reuters) - El Gobierno de Colombia advirtió el martes que al segundo grupo guerrillero del país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), se le agota el tiempo para iniciar una negociación de paz y hacer parte de la solución pacífica del conflicto armado.
En una aparente presión al grupo rebelde que ha dilatado la apertura de una negociación formal de paz y con el que mantiene contactos exploratorios desde más de hace dos años, el Gobierno negó una reciente declaración del ELN en la que aseguró que estaba preparado para iniciar una negociación formal y pública.
"Al ELN se le está acabando el tiempo para hacer parte de la solución política al conflicto armado en Colombia", dijo en una declaración Frank Pearl, jefe de la delegación del Gobierno en los diálogos exploratorios con ese grupo insurgente.
"Si de verdad esa organización quiere alcanzar una salida negociada al conflicto armado, tiene que ser capaz de tomar decisiones de fondo y cambiar las palabras y los comunicados ambiguos e inútiles por hechos claros y concretos de paz".
El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos está cerca de concluir en Cuba una negociación de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla en el país andino. El proceso con el ELN sería independiente al de las FARC.
El conflicto armado con los dos grupos rebeldes ha dejado más de 220.000 muertos, millones de desplazados e impide un mejor desempeño de la cuarta economía de América Latina.
El ELN, que nació en 1964 inspirado por la Revolución Cubana y tuvo en sus filas a sacerdotes católicos radicales que se sumaron a la lucha por imponer un sistema socialista, tuvo acercamientos con gobiernos en el 2002 y el 2007 para superar el conflicto, pero no prosperaron.
Actualmente esa guerrilla todavía se enfrenta con efectivos militares en las selvas colombianas y lanza ataques contra la infraestructura productiva, a pesar de que la ofensiva del ejército ha reducido sus filas a menos de 2.000 combatientes.
El ELN es acusado de financiarse con secuestros, minería ilegal, la extorsión a multinacionales petroleras y mineras, y con el narcotráfico.
A diferencia de las FARC, los principales comandantes del ELN han sobrevivido a una ofensiva militar y permanecen en la clandestinidad.
(Reporte de Luis Jaime Acosta. LEA)
En una aparente presión al grupo rebelde que ha dilatado la apertura de una negociación formal de paz y con el que mantiene contactos exploratorios desde más de hace dos años, el Gobierno negó una reciente declaración del ELN en la que aseguró que estaba preparado para iniciar una negociación formal y pública.
"Al ELN se le está acabando el tiempo para hacer parte de la solución política al conflicto armado en Colombia", dijo en una declaración Frank Pearl, jefe de la delegación del Gobierno en los diálogos exploratorios con ese grupo insurgente.
"Si de verdad esa organización quiere alcanzar una salida negociada al conflicto armado, tiene que ser capaz de tomar decisiones de fondo y cambiar las palabras y los comunicados ambiguos e inútiles por hechos claros y concretos de paz".
El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos está cerca de concluir en Cuba una negociación de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla en el país andino. El proceso con el ELN sería independiente al de las FARC.
El conflicto armado con los dos grupos rebeldes ha dejado más de 220.000 muertos, millones de desplazados e impide un mejor desempeño de la cuarta economía de América Latina.
El ELN, que nació en 1964 inspirado por la Revolución Cubana y tuvo en sus filas a sacerdotes católicos radicales que se sumaron a la lucha por imponer un sistema socialista, tuvo acercamientos con gobiernos en el 2002 y el 2007 para superar el conflicto, pero no prosperaron.
Actualmente esa guerrilla todavía se enfrenta con efectivos militares en las selvas colombianas y lanza ataques contra la infraestructura productiva, a pesar de que la ofensiva del ejército ha reducido sus filas a menos de 2.000 combatientes.
El ELN es acusado de financiarse con secuestros, minería ilegal, la extorsión a multinacionales petroleras y mineras, y con el narcotráfico.
A diferencia de las FARC, los principales comandantes del ELN han sobrevivido a una ofensiva militar y permanecen en la clandestinidad.
(Reporte de Luis Jaime Acosta. LEA)
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