Fuente: La Nación Costa Rica.
El Gobierno acudió a China en busca de un financiamiento de hasta $1.000 millones para financiar futuros gastos presupuestarios como salarios, pensiones e intereses de deuda.
La administración de Luis Guillermo Solís ya remitió un documento de intención al Gobierno chino, durante este año, con el fin de que adquiera bonos de deuda interna de Costa Rica, confirmó Juan Carlos Quirós, director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda.
La información detalla los datos macroeconómicos del país y se envió luego de la cita de Solís con Xi Jinping , presidente de China, en enero de este año.
“Con esta operación se tendría asegurado un determinado monto de recursos para gastos presupuestarios”, explicó Quirós.
El Ejecutivo espera tener la respuesta del país asiático antes de finalizar el año e iniciar las negociaciones de plazos, moneda, tasa de interés y monto de la emisión a partir del 2016.
La colocación de bonos se haría directamente con la nación oriental en ventanilla, pues no es una emisión externa que requiere de la aprobación del Congreso.
Si los chinos aceptan la propuesta costarricenses se convertirían en los terceros tenedores de deuda interna. China tiene el 1,7% del débito gubernamental tras la emisión de $300 millones adquiridos entre el 2008 y el 2009 a 12 años plazo , según Hacienda y el Banco Central.
El Gobierno acudió a China en busca de un financiamiento de hasta $1.000 millones para financiar futuros gastos presupuestarios como salarios, pensiones e intereses de deuda.
La administración de Luis Guillermo Solís ya remitió un documento de intención al Gobierno chino, durante este año, con el fin de que adquiera bonos de deuda interna de Costa Rica, confirmó Juan Carlos Quirós, director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda.
La información detalla los datos macroeconómicos del país y se envió luego de la cita de Solís con Xi Jinping , presidente de China, en enero de este año.
“Con esta operación se tendría asegurado un determinado monto de recursos para gastos presupuestarios”, explicó Quirós.
El Ejecutivo espera tener la respuesta del país asiático antes de finalizar el año e iniciar las negociaciones de plazos, moneda, tasa de interés y monto de la emisión a partir del 2016.
La colocación de bonos se haría directamente con la nación oriental en ventanilla, pues no es una emisión externa que requiere de la aprobación del Congreso.
Si los chinos aceptan la propuesta costarricenses se convertirían en los terceros tenedores de deuda interna. China tiene el 1,7% del débito gubernamental tras la emisión de $300 millones adquiridos entre el 2008 y el 2009 a 12 años plazo , según Hacienda y el Banco Central.
El principal acreedor individual del Gobierno es actualmente la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) con un 13,2% del saldo total de estas emisiones de valores, seguido del Instituto Nacional de Seguros con el 8,9%.
La deuda interna colocada por Hacienda, a setiembre anterior, reportó un saldo de ¢8,8 billones.
Al sumar los bonos emitidos en el extranjero, el endeudamiento total del Gobierno asciende a ¢11,7 billones, es decir un 41,5% del producto interno bruto (PIB).
Ganar tiempo. Hacienda acude a China en busca de una línea de crédito debido a que, en marzo anterior, el Gobierno colocó los últimos $1.000 millones de eurobonos en el mercado internacional. En noviembre del 2012, el Congreso aprobó la venta de deuda externa por un monto total de $4.000 millones.
Quirós aceptó que no pueden optar por un préstamo con organismos internacionales, hasta tanto no haya avances con los proyectos fiscales presentados en la Asamblea Legislativa.
“En general lo que se pretende con ellos (China) es reducir las presiones que se pueden generar en las tasas de interés”, detalló.
La estimación de Hacienda es que los nuevos bonos chinos darían al menos un año y medio de oxígeno a las finanzas públicas.
Édgar Ayales, ministro de Hacienda en el gobierno de Laura Chinchilla, resaltó que muchos países en desarrollo acuden a gobiernos amigos en busca de financiamiento. “Si las circunstancias no cambian, esa colocación daría un margen considerable al Gobierno para hacerle frente a sus compromisos en moneda extranjera”, enfatizó Ayales.
Para Max Soto, economista de la Universidad de Costa Rica, el financiamiento con China no sería una solución al déficit fiscal, si no una posposición del problema.
“Un verdadero aire para el Gobierno sería una reducción del gasto o un incremento en los ingresos”, aseguró Soto.
El presupuesto del 2016 asciende a ¢8 billones, de los cuales ¢3,7 billones se financiará mediante emisión de deuda, según estimación de Hacienda.
La deuda interna colocada por Hacienda, a setiembre anterior, reportó un saldo de ¢8,8 billones.
Al sumar los bonos emitidos en el extranjero, el endeudamiento total del Gobierno asciende a ¢11,7 billones, es decir un 41,5% del producto interno bruto (PIB).
Ganar tiempo. Hacienda acude a China en busca de una línea de crédito debido a que, en marzo anterior, el Gobierno colocó los últimos $1.000 millones de eurobonos en el mercado internacional. En noviembre del 2012, el Congreso aprobó la venta de deuda externa por un monto total de $4.000 millones.
Quirós aceptó que no pueden optar por un préstamo con organismos internacionales, hasta tanto no haya avances con los proyectos fiscales presentados en la Asamblea Legislativa.
“En general lo que se pretende con ellos (China) es reducir las presiones que se pueden generar en las tasas de interés”, detalló.
La estimación de Hacienda es que los nuevos bonos chinos darían al menos un año y medio de oxígeno a las finanzas públicas.
Édgar Ayales, ministro de Hacienda en el gobierno de Laura Chinchilla, resaltó que muchos países en desarrollo acuden a gobiernos amigos en busca de financiamiento. “Si las circunstancias no cambian, esa colocación daría un margen considerable al Gobierno para hacerle frente a sus compromisos en moneda extranjera”, enfatizó Ayales.
Para Max Soto, economista de la Universidad de Costa Rica, el financiamiento con China no sería una solución al déficit fiscal, si no una posposición del problema.
“Un verdadero aire para el Gobierno sería una reducción del gasto o un incremento en los ingresos”, aseguró Soto.
El presupuesto del 2016 asciende a ¢8 billones, de los cuales ¢3,7 billones se financiará mediante emisión de deuda, según estimación de Hacienda.
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