Fuente: Andes.
Quito, 4 ago (Andes).- El vicecanciller boliviano, Juan Carlos Alurralde, constató la contaminación de la petrolera estadounidense Chevron-Texaco en la Amazonía ecuatoriana, en una visita junto a investigadores, catedráticos, políticos de varios países que asistieron al taller internacional 'Políticas Públicas frente a las Transnacionales'.
Esta “es una muesta de que la vida que se pierde, nunca se recupera”, afirmó Alurralde durante su visita en el pozo Aguarico 4 en la provincia de Sucumbíos, acompañado por expertos de España, Brasil, México y del país anfitrión, realizado en las últimas horas, según informó la Cancillería ecuatoriana.
El vicecanciller de Bolivia consideró como una “lucha digna” las acciones judiciales iniciadas contra la compañía extranjera, que operó entre los años 60 y 90 del siglo pasado en este país.
La visita de Alurralde se suma a la realizada por personalidades del mundo de la política, la cultura y la academia, quienes también han expresado su solidaridad con Ecuador luego de constatar in situ la catástrofe ambiental, entre ellas la guatemalteca Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, integrantes del grupo puertorriqueño Calle 13, el actor estadounidense Danny Glover, entre otros.
Por la contaminación causada, indígenas y pobladores de la Amazonía de Ecuador demandaron a la petrolera en 1993. En 2013, la justicia ecuatoriana condenó a Chevron-Texaco a pagar 9.500 millones de dólares para remediar y resarcir los daños causados.
La petrolera estadounidense, que ya no tiene activos en Ecuador, se niega a acatar la sentencia alegando que cumplió con sus obligaciones y sostiene que ello fue certificado por el Estado cuando dejó el país décadas atrás. Además, lleva adelante demandas en cortes internacionales contra el Estado ecuatoriano. En una de ellas, acusa al Ecuador de violar el Tratado Bilateral de Inversiones entre ese país sudamericano y Estados Unidos.
Durante los años que operó en Ecuador la compañía Texaco, fusionada con Chevron en 2001, perforó y operó 356 pozos de petróleo y abrió al menos 1.000 piscinas en la selva, donde se arrojaban residuos como crudo, aguas y lodos tóxicos, según información oficial.
El Ministerio de Ambiente (MAE) de este país suramericano ha informado que el contenido contaminante de ciertas piscinas era incendiado junto a la vegetación a 200 metros a la redonda. Además, en esta etapa fueron quemados 235.000 millones de pies cúbicos de gas al aire libre. También fueron vertidos en la zona 680.000 barriles de crudo.
El presidente ecuatoriano Rafael Correa ha afirmado que es mentira lo que alega la petrolera para evadir su responsabilidad en este caso, porque es una empresa "corrupta y corruptora”, a la que señala de haber causado un desastre más grave que el de Exxon Valdez en Alaska y que el de British Petroleum (BP) en el Golfo de México.
Quito, 4 ago (Andes).- El vicecanciller boliviano, Juan Carlos Alurralde, constató la contaminación de la petrolera estadounidense Chevron-Texaco en la Amazonía ecuatoriana, en una visita junto a investigadores, catedráticos, políticos de varios países que asistieron al taller internacional 'Políticas Públicas frente a las Transnacionales'.
Esta “es una muesta de que la vida que se pierde, nunca se recupera”, afirmó Alurralde durante su visita en el pozo Aguarico 4 en la provincia de Sucumbíos, acompañado por expertos de España, Brasil, México y del país anfitrión, realizado en las últimas horas, según informó la Cancillería ecuatoriana.
El vicecanciller de Bolivia consideró como una “lucha digna” las acciones judiciales iniciadas contra la compañía extranjera, que operó entre los años 60 y 90 del siglo pasado en este país.
La visita de Alurralde se suma a la realizada por personalidades del mundo de la política, la cultura y la academia, quienes también han expresado su solidaridad con Ecuador luego de constatar in situ la catástrofe ambiental, entre ellas la guatemalteca Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, integrantes del grupo puertorriqueño Calle 13, el actor estadounidense Danny Glover, entre otros.
Por la contaminación causada, indígenas y pobladores de la Amazonía de Ecuador demandaron a la petrolera en 1993. En 2013, la justicia ecuatoriana condenó a Chevron-Texaco a pagar 9.500 millones de dólares para remediar y resarcir los daños causados.
La petrolera estadounidense, que ya no tiene activos en Ecuador, se niega a acatar la sentencia alegando que cumplió con sus obligaciones y sostiene que ello fue certificado por el Estado cuando dejó el país décadas atrás. Además, lleva adelante demandas en cortes internacionales contra el Estado ecuatoriano. En una de ellas, acusa al Ecuador de violar el Tratado Bilateral de Inversiones entre ese país sudamericano y Estados Unidos.
Durante los años que operó en Ecuador la compañía Texaco, fusionada con Chevron en 2001, perforó y operó 356 pozos de petróleo y abrió al menos 1.000 piscinas en la selva, donde se arrojaban residuos como crudo, aguas y lodos tóxicos, según información oficial.
El Ministerio de Ambiente (MAE) de este país suramericano ha informado que el contenido contaminante de ciertas piscinas era incendiado junto a la vegetación a 200 metros a la redonda. Además, en esta etapa fueron quemados 235.000 millones de pies cúbicos de gas al aire libre. También fueron vertidos en la zona 680.000 barriles de crudo.
El presidente ecuatoriano Rafael Correa ha afirmado que es mentira lo que alega la petrolera para evadir su responsabilidad en este caso, porque es una empresa "corrupta y corruptora”, a la que señala de haber causado un desastre más grave que el de Exxon Valdez en Alaska y que el de British Petroleum (BP) en el Golfo de México.
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