Fuente: Reuters.
Por Sam Wilkin
DUBAI (Reuters) - Los aliados suníes de Arabia Saudita se apresuraron el lunes a apoyar al reino en su disputa diplomática con Irán, al romper lazos o reducir la representación diplomática con el país islámico, lo que profundizaba las divisiones sectarias entre las naciones musulmanas de Oriente Medio.
Bahréin y Sudán anunciaron la suspensión de sus lazos con Irán, mientras que Emiratos Árabes Unidos (EAU), hogar de cientos de miles de iraníes, disminuyó el nivel de sus vínculos con la república islámica.
Arabia Saudita cortó el domingo sus relaciones con Irán, su rival regional y una potencia musulmana chií, luego de que una multitud enfurecida irrumpió en la embajada del reino en Teherán.
Irán acusó el lunes a Arabia Saudita de utilizar el ataque a su embajada como una "excusa" para romper relaciones y agudizar las tensiones sectarias, después de que chiíes en varias partes del mundo condenaron la ejecución del clérigo Nimr al-Nimr por orden de Riad.
El domingo por la noche, un hombre fue abatido a tiros en la Provincia Oriental de Arabia Saudita, en respuesta a una emboscada armada contra efectivos de seguridad locales. En tanto, dos mezquitas suníes en la provincia Hilla de Irak, de mayoría chií, fueron blanco de ataques con bomba. [nL1N14O0BR]
Tras la indignación de comunidades chiíes en todo el mundo por la ejecución de al-Nimr, el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Adel al-Jubeir, acusó a Irán de crear "células terroristas" entre la minoría chií del reino.
Irán replicó que Riad empleó el incidente en la embajada y un ataque similar contra su consulado en la ciudad iraní de Mashhad como una "excusa" para escalar las tensiones.
Los precios del petróleo subían cerca de 2 por ciento el lunes, pese a datos que indicaron debilidad económica en Asia, a medida que los dos grandes exportadores de petróleo de Oriente Medio se denostaban mutuamente y las tensiones se propagaban a otros productores de crudo, como Irak.
Las bolsas en Oriente Medio sufrieron fuertes bajas, especialmente el mercado de Qatar, que cedió más de 2,5 por ciento, ya que la preocupación por la crisis geopolítica se sobreponía sobre cualquier beneficio generado por precios del crudo más altos.
China, un importador de petróleo, declaró estar "muy preocupada" por los hechos, en una inusual intervención en los asuntos diplomáticos de Oriente Medio. Estados Unidos y Alemania llamaron a actuar con mesura, mientras que Rusia se ofreció para mediar y ayudar a poner fin a la disputa.
Las tensiones también amenazaban con frustrar esfuerzos por poner fin a la guerra civil de Siria, que ya dura cinco años, donde Arabia Saudita y otras potencias del Golfo Pérsico respaldan a grupos rebeldes que luchan por derrocar al régimen del presidente Bashar al-Assad, un aliado de Irán.
Arabia Saudita ejecutó a Nimr y a otros tres chiíes acusados de terrorismo el domingo, junto a decenas de yihadistas suníes. Irán declaró que el religioso chií era un "mártir" y advirtió a la familia gobernante Al Saud sobre una "venganza divina".
(Reporte adicional de Katie Paul, Noah Browning y Tom Perry en Beirut y Maher Chmaytelli en Bagdad. Editado en español por Patricio Abusleme y Marion Giraldo)
Por Sam Wilkin
DUBAI (Reuters) - Los aliados suníes de Arabia Saudita se apresuraron el lunes a apoyar al reino en su disputa diplomática con Irán, al romper lazos o reducir la representación diplomática con el país islámico, lo que profundizaba las divisiones sectarias entre las naciones musulmanas de Oriente Medio.
Bahréin y Sudán anunciaron la suspensión de sus lazos con Irán, mientras que Emiratos Árabes Unidos (EAU), hogar de cientos de miles de iraníes, disminuyó el nivel de sus vínculos con la república islámica.
Arabia Saudita cortó el domingo sus relaciones con Irán, su rival regional y una potencia musulmana chií, luego de que una multitud enfurecida irrumpió en la embajada del reino en Teherán.
Irán acusó el lunes a Arabia Saudita de utilizar el ataque a su embajada como una "excusa" para romper relaciones y agudizar las tensiones sectarias, después de que chiíes en varias partes del mundo condenaron la ejecución del clérigo Nimr al-Nimr por orden de Riad.
El domingo por la noche, un hombre fue abatido a tiros en la Provincia Oriental de Arabia Saudita, en respuesta a una emboscada armada contra efectivos de seguridad locales. En tanto, dos mezquitas suníes en la provincia Hilla de Irak, de mayoría chií, fueron blanco de ataques con bomba. [nL1N14O0BR]
Tras la indignación de comunidades chiíes en todo el mundo por la ejecución de al-Nimr, el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Adel al-Jubeir, acusó a Irán de crear "células terroristas" entre la minoría chií del reino.
Irán replicó que Riad empleó el incidente en la embajada y un ataque similar contra su consulado en la ciudad iraní de Mashhad como una "excusa" para escalar las tensiones.
Los precios del petróleo subían cerca de 2 por ciento el lunes, pese a datos que indicaron debilidad económica en Asia, a medida que los dos grandes exportadores de petróleo de Oriente Medio se denostaban mutuamente y las tensiones se propagaban a otros productores de crudo, como Irak.
Las bolsas en Oriente Medio sufrieron fuertes bajas, especialmente el mercado de Qatar, que cedió más de 2,5 por ciento, ya que la preocupación por la crisis geopolítica se sobreponía sobre cualquier beneficio generado por precios del crudo más altos.
China, un importador de petróleo, declaró estar "muy preocupada" por los hechos, en una inusual intervención en los asuntos diplomáticos de Oriente Medio. Estados Unidos y Alemania llamaron a actuar con mesura, mientras que Rusia se ofreció para mediar y ayudar a poner fin a la disputa.
Las tensiones también amenazaban con frustrar esfuerzos por poner fin a la guerra civil de Siria, que ya dura cinco años, donde Arabia Saudita y otras potencias del Golfo Pérsico respaldan a grupos rebeldes que luchan por derrocar al régimen del presidente Bashar al-Assad, un aliado de Irán.
Arabia Saudita ejecutó a Nimr y a otros tres chiíes acusados de terrorismo el domingo, junto a decenas de yihadistas suníes. Irán declaró que el religioso chií era un "mártir" y advirtió a la familia gobernante Al Saud sobre una "venganza divina".
(Reporte adicional de Katie Paul, Noah Browning y Tom Perry en Beirut y Maher Chmaytelli en Bagdad. Editado en español por Patricio Abusleme y Marion Giraldo)
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