Fuente: Reuters.
Por Leila Bassam y Andrew Osborn
BEIRUT/MOSCÚ (Reuters) - Cientos de soldados iraníes llegaron a Siria para unirse a una gran ofensiva terrestre en respaldo al Gobierno del presidente Bashar al-Assad, dijeron fuentes el jueves, otra señal de la rápida internacionalización de una guerra civil en la que todas las potencias de la región tienen un interés.
Cazas rusos bombardearon un campamento operado por rebeldes entrenados por la CIA, dijo el comandante del grupo, dejando a Moscú y Washington en lados opuestos de un conflicto en Oriente Medio por primera vez desde la Guerra Fría.
Los ejércitos de Estados Unidos y Rusia mantendrán conversaciones a las 1500 GMT para buscar maneras de mantener a sus fuerzas separadas en sus campañas de ataques aéreos en Siria contra Estado Islámico, dijo un funcionario de defensa de Estados Unidos.
Los cazas rusos atacaron blancos cerca de las ciudades de Hama y Homs en el oeste de Siria durante el segundo día de su sorpresiva ofensiva aérea, que comenzó el miércoles.
Moscú dijo que había alcanzado posiciones del grupo extremista Estado Islámico, pero el área es controlada por una alianza rival de insurgentes, que a diferencia del movimiento islamista cuenta con el apoyo de aliados de Estados Unidos, como los estados árabes y Turquía.
Hassan Haj Ali, jefe del grupo rebelde Liwa Suqour al-Jabal, dijo a Reuters que uno de los blancos fue su base en la provincia de Idlib, alcanzada por unos 20 misiles en dos ataques separados.
Sus combatientes fueron entrenados por la CIA en Qatar y Arabia Saudita, parte de un programa que Washington dice tiene el objetivo de respaldar a grupos que se oponen tanto a Estado Islámico como a Assad.
Ali dijo que los cazas rusos fueron identificados por miembros de su grupo que anteriormente eran pilotos en la fuerza aérea siria.
Dos fuentes libanesas dijeron a Reuters que cientos de soldados iraníes llegaron a Siria en los últimos 10 días con armas para llevar a cabo una importante ofensiva terrestre. Contarán con el apoyo del grupo Hezbollah, aliado de Assad, y de combatientes chiíes de Irak, mientras que Rusia los respaldará con ataques aéreos.
"La vanguardia de fuerzas terrestres iraníes comenzó a llegar a Siria: soldados y oficiales para participar específicamente en esta batalla. No son asesores (...) Son cientos con equipamiento y armas. Y habrá más", dijo una de las fuentes.
CAMBIO EN ESCENARIO
En el segundo día de ataques, Rusia dijo que lanzó ocho misiones con cazas Sukhoi durante la noche y que alcanzó cuatro blancos de Estado Islámico. Sin embargo, ninguna de las áreas que Moscú afirma que atacó está controlada por el grupo.
Al-Mayadeen, un canal pro Damasco basado en Líbano, dijo que los cazas realizaron al menos 30 ataques contra una alianza insurgente llamada el Ejército de la Conquista. Incluye al Frente Nusra, la rama siria de al Qaeda, pero no a Estado Islámico.
La intervención rusa e iraní en apoyo a Assad se da en momentos en que el Gobierno ha perdido terreno y la campaña parece intentar revertir las ganancias rebeldes.
"Los ataques rusos son un elemento que cambia el escenario. Damasco salió del atolladero", dijo un diplomático.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que sus aviones alcanzaron un depósito de municiones cerca de Idlib, un centro de comando de Estado Islámico de tres pisos cerca de Hama y una fábrica de coches bomba en el norte de Homs.
El canal libanés dijo que los aviones rusos bombardearon áreas rurales cerca de la localidad de Jisr al-Shughour, en el noroeste y que está bajo control del Ejército de la Conquista. Los ataques también alcanzaron otras zonas en la provincia de Idlib y regiones en la sureña provincia de Hama.
La provincia de Idlib, en manos de los rebeldes, es de particular importancia estratégica para el Gobierno sirio debido a su cercanía con la costa mediterránea, donde Rusia también tiene su única base naval en la región.
(Reporte de Sylvia Westall y Tom Perry en Beirut, Andrew Osborn y Lidia Kelly en Moscú, escrito por Sylvia Westall y Peter Graff, editado en español por Patricia Avila)
Por Leila Bassam y Andrew Osborn
BEIRUT/MOSCÚ (Reuters) - Cientos de soldados iraníes llegaron a Siria para unirse a una gran ofensiva terrestre en respaldo al Gobierno del presidente Bashar al-Assad, dijeron fuentes el jueves, otra señal de la rápida internacionalización de una guerra civil en la que todas las potencias de la región tienen un interés.
Cazas rusos bombardearon un campamento operado por rebeldes entrenados por la CIA, dijo el comandante del grupo, dejando a Moscú y Washington en lados opuestos de un conflicto en Oriente Medio por primera vez desde la Guerra Fría.
Los ejércitos de Estados Unidos y Rusia mantendrán conversaciones a las 1500 GMT para buscar maneras de mantener a sus fuerzas separadas en sus campañas de ataques aéreos en Siria contra Estado Islámico, dijo un funcionario de defensa de Estados Unidos.
Los cazas rusos atacaron blancos cerca de las ciudades de Hama y Homs en el oeste de Siria durante el segundo día de su sorpresiva ofensiva aérea, que comenzó el miércoles.
Moscú dijo que había alcanzado posiciones del grupo extremista Estado Islámico, pero el área es controlada por una alianza rival de insurgentes, que a diferencia del movimiento islamista cuenta con el apoyo de aliados de Estados Unidos, como los estados árabes y Turquía.
Hassan Haj Ali, jefe del grupo rebelde Liwa Suqour al-Jabal, dijo a Reuters que uno de los blancos fue su base en la provincia de Idlib, alcanzada por unos 20 misiles en dos ataques separados.
Sus combatientes fueron entrenados por la CIA en Qatar y Arabia Saudita, parte de un programa que Washington dice tiene el objetivo de respaldar a grupos que se oponen tanto a Estado Islámico como a Assad.
Ali dijo que los cazas rusos fueron identificados por miembros de su grupo que anteriormente eran pilotos en la fuerza aérea siria.
Dos fuentes libanesas dijeron a Reuters que cientos de soldados iraníes llegaron a Siria en los últimos 10 días con armas para llevar a cabo una importante ofensiva terrestre. Contarán con el apoyo del grupo Hezbollah, aliado de Assad, y de combatientes chiíes de Irak, mientras que Rusia los respaldará con ataques aéreos.
"La vanguardia de fuerzas terrestres iraníes comenzó a llegar a Siria: soldados y oficiales para participar específicamente en esta batalla. No son asesores (...) Son cientos con equipamiento y armas. Y habrá más", dijo una de las fuentes.
CAMBIO EN ESCENARIO
En el segundo día de ataques, Rusia dijo que lanzó ocho misiones con cazas Sukhoi durante la noche y que alcanzó cuatro blancos de Estado Islámico. Sin embargo, ninguna de las áreas que Moscú afirma que atacó está controlada por el grupo.
Al-Mayadeen, un canal pro Damasco basado en Líbano, dijo que los cazas realizaron al menos 30 ataques contra una alianza insurgente llamada el Ejército de la Conquista. Incluye al Frente Nusra, la rama siria de al Qaeda, pero no a Estado Islámico.
La intervención rusa e iraní en apoyo a Assad se da en momentos en que el Gobierno ha perdido terreno y la campaña parece intentar revertir las ganancias rebeldes.
"Los ataques rusos son un elemento que cambia el escenario. Damasco salió del atolladero", dijo un diplomático.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que sus aviones alcanzaron un depósito de municiones cerca de Idlib, un centro de comando de Estado Islámico de tres pisos cerca de Hama y una fábrica de coches bomba en el norte de Homs.
El canal libanés dijo que los aviones rusos bombardearon áreas rurales cerca de la localidad de Jisr al-Shughour, en el noroeste y que está bajo control del Ejército de la Conquista. Los ataques también alcanzaron otras zonas en la provincia de Idlib y regiones en la sureña provincia de Hama.
La provincia de Idlib, en manos de los rebeldes, es de particular importancia estratégica para el Gobierno sirio debido a su cercanía con la costa mediterránea, donde Rusia también tiene su única base naval en la región.
(Reporte de Sylvia Westall y Tom Perry en Beirut, Andrew Osborn y Lidia Kelly en Moscú, escrito por Sylvia Westall y Peter Graff, editado en español por Patricia Avila)
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