Por Costas Pitas y Angeliki Koutantou
ATENAS (Reuters) - El primer ministro griego, Alexis Tsipras, afronta el miércoles su segunda prueba parlamentaria importante en una semana con la votación sobre las reformas exigidas para poder iniciar las negociaciones sobre un rescate que mantenga al país en la zona euro.
La primera parte de las reformas, centradas principalmente en alzas de impuestos y reformas presupuestarias, desató una rebelión en su partido la semana pasada y las medidas fueron aprobadas gracias a los votos de los partidos de la oposición.
Es probable que Tsipras necesite de nuevo los votos de la oposición para aprobar el miércoles las medidas para apuntalar a los bancos con problemas y acelerar el sistema judicial, dos condiciones más para iniciar las conversaciones sobre un acuerdo de rescate por 86.000 millones de euros.
El Gobierno espera que las negociaciones puedan comenzar esta misma semana y estén concluidas hacia el 20 de agosto, pero dadas las divisiones en el seno de su partido, el izquierdista Syriza, es probable que haya elecciones anticipadas en el otoño boreal.
En las primeras muestras de una vuelta a la normalidad, los bancos griegos reabrieron el lunes y Atenas pagó sus deudas con el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. El martes, Standard & Poor's elevó la calificación de la deuda soberana griega en dos escalones, afirmando que la perspectiva de liquidez del país ha mejorado con las conversaciones para un rescate.
Sin embargo, las nuevas medidas de austeridad son difíciles de aceptar en un país cuya economía se ha contraído en un tercio durante los cinco años de crisis y donde el desempleo supera el 25 por ciento. El principal sindicato de la función pública, ADEDY, ha convocado una manifestación el miércoles por la tarde frente al Parlamento.
"Continuaremos con nuestra batalla para que el cruel nuevo rescate no sea aprobado y sea rechazado", dijo ADEDY en un comunicado, instando a los griegos a marchar contra el "control neocolonial" del país por parte de la UE y el FMI.
Las manifestaciones antiausteridad de la última semana se volvieron en ocasiones violentas cuando jóvenes encapuchados lanzaron cócteles molotov contra la policía mientras los diputados debatían el primer paquete de medidas.
El propio Tsipras se ha mostrado en contra de las medidas exigidas por los acreedores internacionales pero, tras aceptar un acuerdo que mantenga a su país en el euro, comunicó a los diputados de línea más dura de su partido que también ellos debían asumir la realidad.
"Hasta hoy he visto las reacciones, he leído heroicos comunicados, pero no he escuchado ninguna propuesta alternativa", dijo a los miembros de Syriza el martes, advirtiendo a los más intransigentes de que no podían ignorar el deseo de la mayoría de los griegos de seguir en el euro.
"Syriza como partido debe ser un reflejo de la sociedad, debe escuchar las preocupaciones y expectativas de decenas de miles de personas que han puesto sus esperanzas en él", dijo, según un participante en la reunión.
(Información de Costas Pitas y Angeliki Koutantou. Escrito por Ingrid Melander. Traducido por la Redacción de Madrid; editado por Carlos Aliaga vía Mesa Santiago)
ATENAS (Reuters) - El primer ministro griego, Alexis Tsipras, afronta el miércoles su segunda prueba parlamentaria importante en una semana con la votación sobre las reformas exigidas para poder iniciar las negociaciones sobre un rescate que mantenga al país en la zona euro.
La primera parte de las reformas, centradas principalmente en alzas de impuestos y reformas presupuestarias, desató una rebelión en su partido la semana pasada y las medidas fueron aprobadas gracias a los votos de los partidos de la oposición.
Es probable que Tsipras necesite de nuevo los votos de la oposición para aprobar el miércoles las medidas para apuntalar a los bancos con problemas y acelerar el sistema judicial, dos condiciones más para iniciar las conversaciones sobre un acuerdo de rescate por 86.000 millones de euros.
El Gobierno espera que las negociaciones puedan comenzar esta misma semana y estén concluidas hacia el 20 de agosto, pero dadas las divisiones en el seno de su partido, el izquierdista Syriza, es probable que haya elecciones anticipadas en el otoño boreal.
En las primeras muestras de una vuelta a la normalidad, los bancos griegos reabrieron el lunes y Atenas pagó sus deudas con el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. El martes, Standard & Poor's elevó la calificación de la deuda soberana griega en dos escalones, afirmando que la perspectiva de liquidez del país ha mejorado con las conversaciones para un rescate.
Sin embargo, las nuevas medidas de austeridad son difíciles de aceptar en un país cuya economía se ha contraído en un tercio durante los cinco años de crisis y donde el desempleo supera el 25 por ciento. El principal sindicato de la función pública, ADEDY, ha convocado una manifestación el miércoles por la tarde frente al Parlamento.
"Continuaremos con nuestra batalla para que el cruel nuevo rescate no sea aprobado y sea rechazado", dijo ADEDY en un comunicado, instando a los griegos a marchar contra el "control neocolonial" del país por parte de la UE y el FMI.
Las manifestaciones antiausteridad de la última semana se volvieron en ocasiones violentas cuando jóvenes encapuchados lanzaron cócteles molotov contra la policía mientras los diputados debatían el primer paquete de medidas.
El propio Tsipras se ha mostrado en contra de las medidas exigidas por los acreedores internacionales pero, tras aceptar un acuerdo que mantenga a su país en el euro, comunicó a los diputados de línea más dura de su partido que también ellos debían asumir la realidad.
"Hasta hoy he visto las reacciones, he leído heroicos comunicados, pero no he escuchado ninguna propuesta alternativa", dijo a los miembros de Syriza el martes, advirtiendo a los más intransigentes de que no podían ignorar el deseo de la mayoría de los griegos de seguir en el euro.
"Syriza como partido debe ser un reflejo de la sociedad, debe escuchar las preocupaciones y expectativas de decenas de miles de personas que han puesto sus esperanzas en él", dijo, según un participante en la reunión.
(Información de Costas Pitas y Angeliki Koutantou. Escrito por Ingrid Melander. Traducido por la Redacción de Madrid; editado por Carlos Aliaga vía Mesa Santiago)
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