Fuente: DW.
Tras el acuerdo de Viena, Alemania prevé que sus exportaciones a Irán se cuadrupliquen en el lapso de cuatro años. Daniel Bernbeck, gerente de la Cámara de Industria y Comercio germano-iraní en Teherán, conversó con DW.
DW: Apenas firmado el acuerdo sobre el programa nuclear iraní, el vicecanciller y ministro de Economía alemán, Sigmar Gabriel, viajó con una delegación empresarial a Teherán. ¿No es algo precipitado?
Bernbeck: Las empresas alemanas se atuvieron estrictamente a las reglas de la política exterior de la Unión Europea... Mientras se negociaba en Viena, en Lausanne o en otro sitio, ninguna delegación económica ni gubernamental alemana viajó a Irán. A lo sumo hubo visitas de la Cámara de Industria y Comercio. Otros países fueron más activos. Los alemanes respetaron la primacía de la política, por momentos incluso más allá de los estrictamente obligatorio. Por eso es acertado que ahora que se ha firmado el acuerdo no se siga esperando y no se deje el terreno a otros.
¿Qué sectores se beneficiarán más del término de las sanciones?
Las viejas estructuras de las relaciones germano-iraníes de reactivarán. Es decir, se beneficiarán sobre todo el sector de la fabricación de máquinas e instalaciones, la exportación de partes para la industria automotriz, de insumos para la industria química y farmacéutica, al igual que la tecnología médica, entre muchas otras cosas.
¿Qué puede y debe hacer Irán para cosechar los frutos de una apertura económica hacia Occidente?
La economía de Irán depende en gran parte de la exportación de petróleo, gas y productos petroquímicos, no en último término para conseguir divisas. Naturalmente, la caída de los precios del petróleo plantea un dilema a Irán, que tendría que vender el doble que en los tiempos en que el precio era de 100 dólares o más, para volver ganar lo mismo que antes.
Pero Irán no puede resolver ese dilema más que incrementando la exportación de petróleo y la prospección, modernizando las refinerías y construyendo otras nuevas. Al mismo tiempo, Irán quiere alejarse de la dependencia de la exportación de materias primas y apostar más por la elaboración y venta de esos productos. Naturalmente, eso también debe financiarse. Las inversiones en el área petroquímica cuestan muchos dólares o euros, si se quiere comprar instalaciones en Occidente, dado que en China no se consigue la calidad que desean los iraníes.
¿Qué ocurrirá ahora en concreto, tras la visita más bien “simbólica” de la delegación alemana?
En Irán se parte de que no habrá vuelta atrás ni volverán a restablecerse las sanciones más adelante, de modo que las bases para inversiones con miras al futuro están ahí. En consecuencia, en el segundo semestre veremos un claro aumento de las exportaciones alemanas. El comercio marcha rápido.
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