Fuente: New York Times.
Por ALBINSON LINARES 9 de noviembre de 2016
Por ALBINSON LINARES 9 de noviembre de 2016
Una planta ensambladora de vehículos Ford en Cuautitlán Izcalli, cerca de la Ciudad de México. El peso ha alcanzado mínimos históricos desde la elección de Trump. CreditSusana Gonzalez/Bloomberg News
Las propuestas de campaña de Donald Trump, el nuevo presidente de Estados Unidos, comenzaron a tener efectos apenas se declaró su victoria. En el plano económico, entre sus propuestas principales, Trump prometió renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), incautar las remesas derivadas de sueldos ilegales, deportar a 11 millones de inmigrantes indocumentados y construir un muro fronterizo, todas medidas que afectan directamente a México.
No en vano la noche del martes el dólar llegó a cotizarse en 20,74 pesos mexicanos, con una pérdida del 13,21 por ciento frente al precio de 18,32 registrado por Reuters antes de que Trump ganara la presidencia. Estados Unidos es el principal mercado de las exportaciones mexicanas con un intercambio aproximado de 350 mil millones de dólares anuales. Según los expertos, las propuestas de Trump aislarían la economía estadounidense y afectarían los tratados comerciales a un nivel que recuerda los peores momentos de las crisis económicas mexicanas como pasó con el Efecto Tequila en 1994, bajo la presidencia de Ernesto Zedillo, y en 2008 bajo el gobierno de Felipe Calderón.
Consultoras, como Capital Economics, han pronosticado que el cambio podría llegar hasta los 25 pesos mexicanos por dólar. Juan Carlos Moreno-Brid, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirma que sería un “choque muy fuerte” para una economía abierta como la de México, al punto de que podría bloquear las inversiones de otros países y afectar las exportaciones.
“Sería un terremoto porque el 80 por ciento de las exportaciones de México se dirigen a Estados Unidos”, explica Moreno-Brid. “Además, Trump ha jurado bloquear los proyectos de inversión en México y gravar con impuestos exportaciones como los automóviles. Eso va a afectar el cambio y muchas variables macroeconómicas”.
Isaac Katz, profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), dice que cualquier intento de derogar el TLCAN afectaría a más de 7 millones de empleos que dependen del tratado, así como la fabricación de muchos productos estadounidenses que cuentan con insumos manufacturados en México.
Según Katz, la incautación o la aplicación de impuestos a las remesas es una medida que no solo afectaría a México, sino a muchas economías centroamericanas y a los mexicanos más pobres.
Sin embargo, el economista no prevé una crisis tan aguda como las que ya se han vivido en México: “Las circunstancias son muy distintas a las de 1994 porque el tipo de cambio era fijo y el Banco de México había vendido todas sus reservas. Eso provocó que el dólar pasara de 4 a 8 pesos en tres días pero ahora el cambio es flexible y el gobierno no interviene”.
En todo caso el gobierno mexicano podría, en primera instancia, solicitar la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) para implementar planes de contingencia con el fin de ganar tiempo mientras se conocen las primeras decisiones económicas de Trump. Moreno-Brid no prevé el inicio de una espiral inflacionaria, pero asegura que la crisis podría empeorar los viejos problemas económicos que México no ha resuelto.
“Esto contribuye a agravar el lento crecimiento del país y provocará más ajustes en las finanzas públicas”, asegura el experto. “El gobierno debe implementar una estrategia que fortalezca su mercado interno y redistribuya el ingreso para no depender tanto de las exportaciones porque actualmente el comercio mundial está prácticamente estancado”.
El peso mexicano ha experimentado muchos altibajos relacionados con la campaña de Trump. De hecho el peso perdió el 10 por ciento de su valor frente al dólar durante el último año, por lo que las fluctuaciones del cambio han sido drásticas.
La victoria de Trump también sacudió los mercados financieros globales como pudo verse en la venta frenética de acciones en los mercados asiáticos.
Los inversores reaccionaron en tiempo real a los primeros resultados y eso se evidenció en el índice Dow Jones que registró una baja en los contratos de acciones a futuro de más del 3 por ciento.
“Los mercados de acciones de la región asiática se han vendido fuertemente porque los inversionistas se preocupan de que las políticas proteccionistas inicien una guerra comercial y aminoren el crecimiento”, dijo Shane Oliver, economista de la firma australiana AMP Capital.
Los precios del petróleo también cayeron en los mercados mundiales a niveles que recuerdan las cotizaciones luego del brexit, en junio. Los contratos de acciones a futuro del West Texas Intermediate (WTI) cayeron a un mínimo de 43,07 dólares por barril, un descenso de más del 4 por ciento desde su último cierre y su nivel más bajo desde septiembre. El crudo Brent bajó un 2,5 por ciento ubicándose a 44,87 dólares el barril.
No en vano la noche del martes el dólar llegó a cotizarse en 20,74 pesos mexicanos, con una pérdida del 13,21 por ciento frente al precio de 18,32 registrado por Reuters antes de que Trump ganara la presidencia. Estados Unidos es el principal mercado de las exportaciones mexicanas con un intercambio aproximado de 350 mil millones de dólares anuales. Según los expertos, las propuestas de Trump aislarían la economía estadounidense y afectarían los tratados comerciales a un nivel que recuerda los peores momentos de las crisis económicas mexicanas como pasó con el Efecto Tequila en 1994, bajo la presidencia de Ernesto Zedillo, y en 2008 bajo el gobierno de Felipe Calderón.
Consultoras, como Capital Economics, han pronosticado que el cambio podría llegar hasta los 25 pesos mexicanos por dólar. Juan Carlos Moreno-Brid, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirma que sería un “choque muy fuerte” para una economía abierta como la de México, al punto de que podría bloquear las inversiones de otros países y afectar las exportaciones.
“Sería un terremoto porque el 80 por ciento de las exportaciones de México se dirigen a Estados Unidos”, explica Moreno-Brid. “Además, Trump ha jurado bloquear los proyectos de inversión en México y gravar con impuestos exportaciones como los automóviles. Eso va a afectar el cambio y muchas variables macroeconómicas”.
Isaac Katz, profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), dice que cualquier intento de derogar el TLCAN afectaría a más de 7 millones de empleos que dependen del tratado, así como la fabricación de muchos productos estadounidenses que cuentan con insumos manufacturados en México.
Según Katz, la incautación o la aplicación de impuestos a las remesas es una medida que no solo afectaría a México, sino a muchas economías centroamericanas y a los mexicanos más pobres.
Sin embargo, el economista no prevé una crisis tan aguda como las que ya se han vivido en México: “Las circunstancias son muy distintas a las de 1994 porque el tipo de cambio era fijo y el Banco de México había vendido todas sus reservas. Eso provocó que el dólar pasara de 4 a 8 pesos en tres días pero ahora el cambio es flexible y el gobierno no interviene”.
En todo caso el gobierno mexicano podría, en primera instancia, solicitar la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) para implementar planes de contingencia con el fin de ganar tiempo mientras se conocen las primeras decisiones económicas de Trump. Moreno-Brid no prevé el inicio de una espiral inflacionaria, pero asegura que la crisis podría empeorar los viejos problemas económicos que México no ha resuelto.
“Esto contribuye a agravar el lento crecimiento del país y provocará más ajustes en las finanzas públicas”, asegura el experto. “El gobierno debe implementar una estrategia que fortalezca su mercado interno y redistribuya el ingreso para no depender tanto de las exportaciones porque actualmente el comercio mundial está prácticamente estancado”.
El peso mexicano ha experimentado muchos altibajos relacionados con la campaña de Trump. De hecho el peso perdió el 10 por ciento de su valor frente al dólar durante el último año, por lo que las fluctuaciones del cambio han sido drásticas.
La victoria de Trump también sacudió los mercados financieros globales como pudo verse en la venta frenética de acciones en los mercados asiáticos.
Los inversores reaccionaron en tiempo real a los primeros resultados y eso se evidenció en el índice Dow Jones que registró una baja en los contratos de acciones a futuro de más del 3 por ciento.
“Los mercados de acciones de la región asiática se han vendido fuertemente porque los inversionistas se preocupan de que las políticas proteccionistas inicien una guerra comercial y aminoren el crecimiento”, dijo Shane Oliver, economista de la firma australiana AMP Capital.
Los precios del petróleo también cayeron en los mercados mundiales a niveles que recuerdan las cotizaciones luego del brexit, en junio. Los contratos de acciones a futuro del West Texas Intermediate (WTI) cayeron a un mínimo de 43,07 dólares por barril, un descenso de más del 4 por ciento desde su último cierre y su nivel más bajo desde septiembre. El crudo Brent bajó un 2,5 por ciento ubicándose a 44,87 dólares el barril.
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