Fuente: EFEVerde.
El carguero chino "Yongsheng" llegó al puerto chino de Tianjin tras un viaje de 55 días en los que atravesó el océano Ártico a la ida y a la vuelta, un hito que muestra los esfuerzos de China por convertir la complicada ruta en una nueva vía comercial, informó hoy la agencia Xinhua.
El carguero chino "Yongsheng" llegó al puerto chino de Tianjin tras un viaje de 55 días en los que atravesó el océano Ártico a la ida y a la vuelta, un hito que muestra los esfuerzos de China por convertir la complicada ruta en una nueva vía comercial, informó hoy la agencia Xinhua.
El “Yongsheng” partió del puerto chino de Dalian el 8 de julio, arribó al sueco de Varberg a mediados de agosto y ayer regresó a Tianjin, tras una travesía de más de 37.000 kilómetros.
El carguero ya había sido en 2013 el primero del país asiático que cruzó el Ártico desde China hasta la ciudad holandesa de Rotterdam, pero en esta ocasión ha conseguido por primera vez completar el viaje de ida y vuelta.
Perteneciente al gigante naviero COSCO, el Yongsheng, de 19.000 toneladas, está especialmente acondicionado para cruzar las aguas árticas, en las que los icebergs y placas de hielo presentan un grave riesgo para los navíos convencionales.
Debido al cambio climático, la ruta ártica, también llamada “ruta del noreste” está cada vez más abierta a la navegación en los meses más cálidos, lo que abre nuevas posibilidades a países con alto tráfico marítimo como China.
Un viaje directo por esta ruta entre el gigante asiático y Europa sería de 12.700 kilómetros, frente a los 17.200 que presenta la vía más convencional a través del Estrecho de Malaca y el Canal de Suez, por el sur del continente euroasiático.
En condiciones similares de navegación el viaje por el norte entre China y Occidente podría suponer un ahorro de 13 días frente a los 48 que se tarda en ir por el sur, y también de 252 toneladas de combustible, si bien hay que tener en cuenta las dificultades añadidas que por ahora plantea navegar a través de aguas con hielo e icebergs.
Los expertos ven cada vez más inminente el momento en el que el calentamiento global permita que la ruta ártica esté totalmente abierta en verano sin ayuda de los rompehielos nucleares rusos, por lo que China, país que tiene seis de los diez puertos con mayor tráfico del mundo, es uno de los más interesados en explorarla.
Las rutas del norte (tanto por el Ártico europeo como por el americano), ya muy habituales en aviación por suponer menores distancias, han sido buscadas por marinos de Occidente desde hace siglos, comenzando por Francis Drake en el siglo XVII o James Cook en la siguiente centuria.
Otro país muy interesado en la “nueva” ruta es Rusia, que planea la construcción de varios puertos en su larga y habitualmente inhóspita costa septentrional. EFE
El carguero ya había sido en 2013 el primero del país asiático que cruzó el Ártico desde China hasta la ciudad holandesa de Rotterdam, pero en esta ocasión ha conseguido por primera vez completar el viaje de ida y vuelta.
Perteneciente al gigante naviero COSCO, el Yongsheng, de 19.000 toneladas, está especialmente acondicionado para cruzar las aguas árticas, en las que los icebergs y placas de hielo presentan un grave riesgo para los navíos convencionales.
Debido al cambio climático, la ruta ártica, también llamada “ruta del noreste” está cada vez más abierta a la navegación en los meses más cálidos, lo que abre nuevas posibilidades a países con alto tráfico marítimo como China.
Un viaje directo por esta ruta entre el gigante asiático y Europa sería de 12.700 kilómetros, frente a los 17.200 que presenta la vía más convencional a través del Estrecho de Malaca y el Canal de Suez, por el sur del continente euroasiático.
En condiciones similares de navegación el viaje por el norte entre China y Occidente podría suponer un ahorro de 13 días frente a los 48 que se tarda en ir por el sur, y también de 252 toneladas de combustible, si bien hay que tener en cuenta las dificultades añadidas que por ahora plantea navegar a través de aguas con hielo e icebergs.
Los expertos ven cada vez más inminente el momento en el que el calentamiento global permita que la ruta ártica esté totalmente abierta en verano sin ayuda de los rompehielos nucleares rusos, por lo que China, país que tiene seis de los diez puertos con mayor tráfico del mundo, es uno de los más interesados en explorarla.
Las rutas del norte (tanto por el Ártico europeo como por el americano), ya muy habituales en aviación por suponer menores distancias, han sido buscadas por marinos de Occidente desde hace siglos, comenzando por Francis Drake en el siglo XVII o James Cook en la siguiente centuria.
Otro país muy interesado en la “nueva” ruta es Rusia, que planea la construcción de varios puertos en su larga y habitualmente inhóspita costa septentrional. EFE
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