Fuente: El Federal.
Mientras la mayoría de los argentinos desconocen la grave situación de contaminación y daño a la salud que generan los agroquímicos como el glifosato, el herbicida que utiliza nuestro modelo de agroproducción, Italia muestra este drama por televisión.
Por Matilde Moyano
Argentina mira por la tv italiana su propio drama. "Glifosato: L’erbicida nuoce alla salute del mondo?", un informe presentado recientemente en el programa Le Iene, el CQC italiano, difundió una realidad que golpea principalmente a los habitantes de los 'pueblos fumigados', los pueblos de las zonas rurales del Litoral argentino que padecen las fumigaciones aéreas con agroquímicos de nuestro modelo de agroproducción.
Con la conducción de Gaetano Pecoraro y la participación del periodista argentinoPatricio Eleisegui (autor del libro 'Envenenados'), este documental hace foco en elglifosato, el herbicida de la multinacional Monsanto que se utiliza para eliminar las malezas de los cultivos, principalmente de soja transgénica.
En 2015 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) categorizó al glifosato como probablemente cancerígeno, y recientemente investigadores de la Facultad de Bioquímica de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) concluyeron que el glifosato causa un mecanismo de toxicidad en el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso de mamíferos.
Malformaciones congénitas, problemas respiratorios, neurológicos, alergias, abortos espontáneos y cáncerson solo algunas de las enfermedades que sufren estos argentinos que viven cerca de grandes extensiones de cultivos de soja, o en regiones cercanas al área de producción de eventos transgénicos dependientes de venenos de Monsanto.
Este informe cuenta con el testimonio de Fabián Tomasi, oriundo de Basavilbaso, Entre Ríos, quien en 2005 comenzó a trabajar en una empresa de aplicación aérea de agroquímicos y hoy padece una polineuropatía tóxica metabólica severa y atrofia muscular generalizada. También participan el médico pediatra y neonatólogo Medardo Avila Vazquez, con quien dialogamos anteriormente sobre las distancias mínimas preventivas que deben respetarse a la hora de realizar fumigaciones aéreas; y el doctor de Ciencias Exactas, Damián Marino, investigador de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), cuya investigación detectó trazas de glifosato en algodón, gasas y tampones comercializados en nuestro país.
La utilización de glifosato no solo afecta a la salud de los habitantes de los pueblos cercanos a los cultivos, sino también a la salud de todos los habitantes del país, porque ya anteriormente otras investigaciones demostraron que las frutas y verduras que compramos en supermercados y verdulerías están contaminados con uno o más químicos, e incluso que la cuenca del río Paraná está contaminada con este herbicida.
Este peligroso veneno también fue hallado en orina humana en Mar del Plata y en muestras de sangre y agua en Pergamino. En el resto del mundo se encontró en vinos de California, en cervezas alemanas, y también en alimentos del desayuno en Estados Unidos.
Mientras la mayoría de los argentinos desconocen la grave situación de contaminación y daño a la salud que generan los agroquímicos como el glifosato, el herbicida que utiliza nuestro modelo de agroproducción, Italia muestra este drama por televisión.
Por Matilde Moyano
Argentina mira por la tv italiana su propio drama. "Glifosato: L’erbicida nuoce alla salute del mondo?", un informe presentado recientemente en el programa Le Iene, el CQC italiano, difundió una realidad que golpea principalmente a los habitantes de los 'pueblos fumigados', los pueblos de las zonas rurales del Litoral argentino que padecen las fumigaciones aéreas con agroquímicos de nuestro modelo de agroproducción.
Con la conducción de Gaetano Pecoraro y la participación del periodista argentinoPatricio Eleisegui (autor del libro 'Envenenados'), este documental hace foco en elglifosato, el herbicida de la multinacional Monsanto que se utiliza para eliminar las malezas de los cultivos, principalmente de soja transgénica.
En 2015 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) categorizó al glifosato como probablemente cancerígeno, y recientemente investigadores de la Facultad de Bioquímica de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) concluyeron que el glifosato causa un mecanismo de toxicidad en el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso de mamíferos.
Malformaciones congénitas, problemas respiratorios, neurológicos, alergias, abortos espontáneos y cáncerson solo algunas de las enfermedades que sufren estos argentinos que viven cerca de grandes extensiones de cultivos de soja, o en regiones cercanas al área de producción de eventos transgénicos dependientes de venenos de Monsanto.
Este informe cuenta con el testimonio de Fabián Tomasi, oriundo de Basavilbaso, Entre Ríos, quien en 2005 comenzó a trabajar en una empresa de aplicación aérea de agroquímicos y hoy padece una polineuropatía tóxica metabólica severa y atrofia muscular generalizada. También participan el médico pediatra y neonatólogo Medardo Avila Vazquez, con quien dialogamos anteriormente sobre las distancias mínimas preventivas que deben respetarse a la hora de realizar fumigaciones aéreas; y el doctor de Ciencias Exactas, Damián Marino, investigador de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), cuya investigación detectó trazas de glifosato en algodón, gasas y tampones comercializados en nuestro país.
La utilización de glifosato no solo afecta a la salud de los habitantes de los pueblos cercanos a los cultivos, sino también a la salud de todos los habitantes del país, porque ya anteriormente otras investigaciones demostraron que las frutas y verduras que compramos en supermercados y verdulerías están contaminados con uno o más químicos, e incluso que la cuenca del río Paraná está contaminada con este herbicida.
Este peligroso veneno también fue hallado en orina humana en Mar del Plata y en muestras de sangre y agua en Pergamino. En el resto del mundo se encontró en vinos de California, en cervezas alemanas, y también en alimentos del desayuno en Estados Unidos.
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