Una de las vías colapsadas en Manabí, tras el terremoto de 7,8 grados de magnitud. Fotos: ElOroaldía
Quito, 17 abr (Andes).- El vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, confirmó la madrugada de este domingo que la cifra de fallecidos se mantiene en 77, mientras que 588 personas se encuentran heridas, tras el terremoto de 7,8 grados registrado la noche del sábado, aunque indicó que podría aumentar en las próximas horas debido a que aún se recibe información de diferentes provincias del país.
Hasta el momento se han movilizada 240 paramédicos, 10.000 efectivos de las Fuerza Armadas y rescatistas. “Estamos con todo el contingente humano y recursos disponibles para atender la emergencia”, señaló Glas, desde el aeropuerto de Tababela, previo a su desplazamiento hacia la ciudad portuaria de Manta, para realizar un sobrevuelo y determinar la magnitud de los daños, en medio de un estado de excepción que rige hasta el martes próximo.
Tras el movimiento telúrico, varios países han mostrado su solidaridad “Estamos coordinando ayuda internacional que llegará de Venezuela, México y Europa, países hermanos que están prestos a cooperar en este emergencia”, sostuvo el segundo mandatario.
Anunció que la ayuda en alimentos no perecibles y agua se coordinará en las zonales del Ministerio de Inclusión Social.
El segundo mandatario confirmó también que el servicio eléctrico se ha reestablecido en las diferentes provincias del país y que las autoridades trabajan para que este funcione al 100% en las próximas horas.
El sismo que sacudió Ecuador la noche del sábado provocó daños en las carreteras que unen la región Costa con la Sierra por lo que permanecen cerradas para precautelar la integridad de los ciudadanos; mientras tanto personal competente se encuentra trabajando en varios puntos del país para restablecerlas.
Se prevé que el Presidente Rafael Correa arribe a la ciudad de Esmeraldas, donde se registró el epicentro del movimiento telúrico, a las 10:00 de este domingo, procedente de Vaticano a donde viajó para dictar una conferencia como parte de las jornadas previas a la Encíclica convocada por el Papa Francisco.
la/gc
Quito, 17 abr (Andes).- El vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, confirmó la madrugada de este domingo que la cifra de fallecidos se mantiene en 77, mientras que 588 personas se encuentran heridas, tras el terremoto de 7,8 grados registrado la noche del sábado, aunque indicó que podría aumentar en las próximas horas debido a que aún se recibe información de diferentes provincias del país.
Hasta el momento se han movilizada 240 paramédicos, 10.000 efectivos de las Fuerza Armadas y rescatistas. “Estamos con todo el contingente humano y recursos disponibles para atender la emergencia”, señaló Glas, desde el aeropuerto de Tababela, previo a su desplazamiento hacia la ciudad portuaria de Manta, para realizar un sobrevuelo y determinar la magnitud de los daños, en medio de un estado de excepción que rige hasta el martes próximo.
Tras el movimiento telúrico, varios países han mostrado su solidaridad “Estamos coordinando ayuda internacional que llegará de Venezuela, México y Europa, países hermanos que están prestos a cooperar en este emergencia”, sostuvo el segundo mandatario.
Anunció que la ayuda en alimentos no perecibles y agua se coordinará en las zonales del Ministerio de Inclusión Social.
El segundo mandatario confirmó también que el servicio eléctrico se ha reestablecido en las diferentes provincias del país y que las autoridades trabajan para que este funcione al 100% en las próximas horas.
El sismo que sacudió Ecuador la noche del sábado provocó daños en las carreteras que unen la región Costa con la Sierra por lo que permanecen cerradas para precautelar la integridad de los ciudadanos; mientras tanto personal competente se encuentra trabajando en varios puntos del país para restablecerlas.
Se prevé que el Presidente Rafael Correa arribe a la ciudad de Esmeraldas, donde se registró el epicentro del movimiento telúrico, a las 10:00 de este domingo, procedente de Vaticano a donde viajó para dictar una conferencia como parte de las jornadas previas a la Encíclica convocada por el Papa Francisco.
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